La tarde de este domingo fue hallado sin vida un hombre de 38 años en el interior del centro de rehabilitación “Verdad y Vida Puebla A.C.”, ubicado sobre la Diagonal Defensores de la República, en la colonia Lázaro Cárdenas Oriente. De acuerdo con versiones extraoficiales, el hombre, identificado como Edwin, habría muerto tras recibir una golpiza dentro del anexo.
El hecho fue reportado al número de emergencias 9-1-1 alrededor de las 4:00 de la tarde, cuando personal del centro informó que uno de los internos se encontraba inconsciente desde horas antes. Sin embargo, los primeros reportes señalan que el hombre ya no presentaba signos vitales desde aproximadamente las 13:00 horas, lo que ha causado indignación entre los familiares, quienes aseguran que la muerte se ocultó por varias horas.
De acuerdo con testimonios de allegados a la víctima, Edwin había ingresado al centro apenas cuatro días antes, buscando superar su adicción al alcohol. Su familia lo llevó confiando en que recibiría atención y apoyo, pero este domingo fueron notificados de su fallecimiento sin que se les explicaran las circunstancias. Al llegar al lugar, encontraron el cuerpo del hombre y notaron que presentaba visibles huellas de violencia.
Fuentes policiales consultadas de manera extraoficial confirmaron que el cadáver mostraba golpes en distintas partes del cuerpo, por lo que se presume que fue agredido dentro del establecimiento.
Personal de la Fiscalía General del Estado acudió al sitio para realizar las diligencias correspondientes y levantar el cuerpo. Hasta el cierre de esta edición, la autoridad no ha emitido un comunicado oficial sobre el caso ni ha informado si hubo personas detenidas.
Vecinos de la zona comentaron que el centro “Verdad y Vida” opera desde hace varios años, pero que constantemente se escuchan gritos y pleitos al interior. Indicaron que en diversas ocasiones han llegado patrullas, aunque el lugar continúa funcionando con normalidad.
Cabe destacar que en Puebla son frecuentes los casos de maltrato y muertes en anexos o centros de rehabilitación no regulados, donde internos sufren agresiones bajo el argumento de “disciplinarlos”. Pese a múltiples denuncias públicas y compromisos de las autoridades para supervisar este tipo de espacios, la mayoría sigue operando al margen de la ley y sin vigilancia sanitaria o jurídica.
La muerte de Edwin se suma a la lista de hechos trágicos que exponen la urgencia de revisar y regular el funcionamiento de estos lugares, donde personas en situación de vulnerabilidad, en vez de encontrar ayuda, terminan encontrando la muerte.












