Una tragedia sacudió este martes por la noche al municipio de Xiutetelco. En la localidad de Xaltipan, al sur de la cabecera, la explosión de pirotecnia almacenada dentro de una vivienda terminó con la vida de un menor de 12 años y dejó gravemente herida a su madre, quien fue trasladada de urgencia al Hospital General de Teziutlán.
El estallido ocurrió al interior de una casa situada en plena zona urbana, lo que provocó una fuerte movilización de corporaciones de emergencia. Vecinos, alarmados por el estruendo y el humo, alertaron al 9-1-1, pensando inicialmente que se trataba de una fuga de gas o algún derrumbe. Sin embargo, al llegar las autoridades confirmaron que el siniestro fue producto de la manipulación o almacenamiento de pólvora para elaboración de pirotecnia.
Paramédicos de Protección Civil atendieron a las víctimas. El menor presentaba quemaduras severas y lesiones internas producto de la onda expansiva; pese al esfuerzo de los socorristas, perdió la vida en el trayecto hacia un hospital. Su madre, quien también resultó con quemaduras de primero y segundo grado en gran parte del cuerpo, fue ingresada directamente a terapia intensiva, donde su pronóstico es reservado.
Hasta el momento no se ha dado a conocer de manera oficial la identidad de las víctimas; sin embargo, autoridades locales confirmaron que la mujer es la madre del menor fallecido. La vivienda quedó gravemente afectada, y elementos de Protección Civil mantienen la zona asegurada para evitar nuevos riesgos, pues no se descarta la presencia de más material explosivo.
Este lamentable hecho vuelve a poner bajo la lupa la vieja práctica de almacenar pólvora en casas habitación, una conducta que, además de ser ilegal sin permisos correspondientes, representa un riesgo mortal para familias y vecinos. En Xiutetelco, como en otros municipios serranos, la elaboración y venta de pirotecnia sigue siendo una actividad común, pero muchas veces realizada sin medidas de seguridad.
Autoridades municipales y estatales ya investigan el caso y exhortaron a la población a evitar la fabricación o almacenamiento clandestino de explosivos. La pérdida de este menor es un golpe doloroso para la comunidad, un recordatorio de que un descuido con pólvora puede cambiarlo todo en un segundo. Lamentablemente año con año casos como este se repiten en Xiutetelco.
 
		






