San Pedro Cholula vivió la tarde de este sábado un hecho que expone la fragilidad de la seguridad privada en residenciales exclusivos. Cuatro viviendas del complejo San Pieri, en la junta auxiliar de Santa Bárbara Almoloya, fueron saqueadas sin que se registrara violencia directa contra los propietarios. El golpe, según los primeros reportes, habría ocurrido entre las 11:00 y las 12:30 horas, cuando los habitantes estaban fuera.
Fue una representante del comité del fraccionamiento quien solicitó apoyo de la policía, al notar anomalías y confirmar el ingreso de una camioneta sospechosa, misma que quedó registrada en cámaras internas. Se trata de una Ford con placas visibles, que ingresó al complejo sin cumplir los protocolos que normalmente exige la caseta de vigilancia. Esa irregularidad encendió las alarmas entre los propios residentes, quienes apuntaron directamente al guardia en turno como posible facilitador de la intrusión.
El vigilante, quien aseguró tener apenas un mes laborando en el sitio, negó cualquier vínculo con los hechos y pidió ser investigado para esclarecer su situación. Aun así, por decisión del comité y los residentes afectados, fue retirado del puesto en tanto avanzan las indagatorias. Personal administrativo del residencial acudió a acompañar la decisión y coordinar su relevo inmediato.
De acuerdo con información oficial, los propietarios de las viviendas afectadas ya acudieron a la Fiscalía para formalizar sus denuncias. Hasta el cierre de esta edición se desconoce el monto total de lo robado.
Un dato relevante surgió minutos después: a través del monitoreo interinstitucional, se detectó el paso del vehículo sospechoso por un arco de seguridad en Tlaxcala alrededor de las 16:35 horas, circulando rumbo a la zona de Texcoco. Esta pista permitirá a las autoridades dar seguimiento al trayecto y posiblemente identificar a los responsables.
El caso se suma a una serie de robos a vivienda registrados recientemente en la zona metropolitana. En esta ocasión, la forma de operar recuerda que, en fraccionamientos con acceso controlado, el eslabón débil suele estar en la caseta y no en las bardas.
La Fiscalía dará continuidad a la investigación para deslindar responsabilidades y reforzar la vigilancia privada.
		








