Un hombre fue ejecutado a balazos la noche del martes en las calles de Santa María Moyotzingo, junta auxiliar de San Martín Texmelucan, uno de los puntos más violentos del corredor Puebla–Tlaxcala. La víctima, registrada como desconocido 130/2025/CGEIHD, quedó tendida en plena vía pública junto a una motocicleta Italika roja, donde fueron hallados casquillos percutidos. El caso ya es investigado bajo la carpeta FGEP/CDI/CGEIHD/HOMICIDIOS-I/000593/2025.
El reporte se generó alrededor de las 20:45 horas, cuando se informó sobre una persona tirada e inmóvil en la intersección de las calles Francisco Javier Mina y Guillermo Prieto. Al llegar, los cuerpos de seguridad confirmaron que se trataba de un hombre sin vida, cubierto parcialmente con una sábana y con evidentes lesiones producidas por proyectil de arma de fuego.
La zona fue asegurada y de inmediato se notificó a la autoridad ministerial, que ordenó el levantamiento del cuerpo y el procesamiento de la escena. Sobre el pavimento quedaron esparcidos varios indicios balísticos: al menos siete casquillos calibre 9 milímetros, pertenecientes a distintas marcas. También se localizó un casco negro con vivos blancos y amarillos, además de un teléfono celular con funda roja.
Durante la inspección del cadáver se observaron múltiples heridas: una lesión irregular en el cuello, otra en el mentón, una más de forma oval en la región supraesternal, otra en el centro del tórax y una más en el costado izquierdo. La distribución de los impactos revela una agresión directa y precisa, destinada a privarlo de la vida en el lugar.
La motocicleta marca Italika, color rojo, que se encontraba junto al cuerpo, fue asegurada y trasladada al corralón autorizado para su resguardo, quedando como indicio clave dentro de la investigación.
El cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense para practicarle la necropsia de ley, con la finalidad de establecer causas exactas de muerte y tiempos aproximados del deceso.
Moyotzingo ha sido, durante años, un punto crítico para la violencia asociada a grupos delictivos dedicados al robo, narcomenudeo y ejecución de rivales. Este nuevo homicidio refuerza la preocupación entre los habitantes y recuerda la urgente necesidad de reforzar la vigilancia en una comunidad que sigue atrapada entre células criminales.
Las autoridades mantienen abiertas todas las líneas de investigación, incluida la posible relación del occiso con actividades ilícitas o un ajuste de cuentas. Por ahora, el hombre permanece como desconocido y se espera que en las próximas horas algún familiar acuda para reclamar el cuerpo.