Una familia del municipio de Acajete vivió horas de tensión la mañana de este martes después de que una mujer solicitara apoyo de emergencia para entregar un artefacto que su esposo había llevado a su domicilio desde hacía un mes: una pieza metálica que, por su forma y dimensiones, parecía una granada. Tras la movilización de corporaciones municipales, estatales y personal militar, se confirmó que se trataba de una “granada de mortero” de práctica calibre 81 milímetros.
El reporte llegó vía 9-1-1 desde un domicilio ubicado en el Barrio de San Juan, donde la mujer explicó que su esposo había encontrado el artefacto mientras trabajaba en una construcción en la junta auxiliar de Chachapa. Sin conocimiento de su peligrosidad, lo llevó a casa, donde permaneció todo este tiempo sin que ninguno de los integrantes de la familia dimensionara el riesgo.
Fue hasta este martes cuando decidió pedir apoyo para entregarlo a las autoridades, temerosa de que pudiera representar un peligro para su hogar y para las viviendas cercanas. Elementos municipales y estatales acudieron como primeros respondientes, resguardando la zona mientras solicitaban la intervención del personal especializado.
Más tarde, llegaron elementos militares, quienes revisaron el objeto y confirmaron que se trataba de una granada de mortero de práctica, un artefacto utilizado para entrenamiento, pero que aun así requiere manejo profesional debido a su estructura y capacidad de contener mecanismos inertes o, en algunos casos, restos de carga.
Los militares aseguraron el artefacto y lo trasladaron a instalaciones castrenses para su resguardo seguro. Después de la intervención, la vivienda quedó sin riesgo y las autoridades concluyeron el operativo sin incidentes adicionales.
Las autoridades reiteraron el llamado a la población para que, ante cualquier hallazgo similar, evite manipular objetos metálicos desconocidos, mucho menos trasladarlos a sus hogares. La recomendación es reportarlos de inmediato al número de emergencias para que personal capacitado determine su naturaleza y proceda a su aseguramiento.
Gracias a la decisión de la familia de Acajete de pedir ayuda a tiempo, la situación se resolvió sin consecuencias, cerrando un capítulo que fácilmente pudo haber terminado de manera distinta.














