Una tarde que empezó como cualquier otra en la Sierra terminó en tragedia para una pareja de motociclistas que circulaba por la colonia El Peñón, en el municipio de Jonotla. Un derrumbe repentino de piedras y escombros cayó sobre la cinta asfáltica y sorprendió a los dos vecinos de Tepetitlán, quienes viajaban en una motocicleta al momento en que la ladera cedió.
El estruendo alertó a habitantes de la zona, quienes dieron aviso a las corporaciones de emergencia. Al llegar, encontraron la vía parcialmente bloqueada por rocas de distintos tamaños y tierra suelta que habían rodado desde lo alto del cerro. La escena dejaba clara la fuerza del impacto que había alcanzado a la pareja.
Servicios de emergencia valoraron al hombre de 34 años, identificado como Javier R. R., quien presentaba múltiples contusiones derivadas del golpe y la caída. Aunque policontundido, se mantenía consciente y con signos vitales estables. Fue trasladado de inmediato al Hospital General de Cuetzalan del Progreso, donde quedó bajo atención médica.
La situación de su acompañante era distinta. La mujer, de 32 años, identificada como Silvia Patricia H. M., había recibido el impacto directo de una roca en la cabeza. Cuando los paramédicos llegaron, ya no presentaba signos vitales. Su muerte fue prácticamente instantánea debido a la fuerza del golpe.
Vecinos señalaron que en temporada de lluvias o humedad es común que las laderas de esa zona presenten desprendimientos, pero pocos recuerdan un incidente tan violento como el registrado este domingo. El riesgo se incrementa debido a que el camino es angosto y serpentea entre zonas de taludes que no cuentan con muros de contención.
La pareja fue proyectada por la caída del material, lo que sumó lesiones adicionales al desplome inicial. Autoridades locales acordonaron el área mientras se esperaba la llegada de personal ministerial para iniciar las diligencias correspondientes y realizar el levantamiento del cuerpo.
Una revisión en bases de datos federales no arrojó antecedentes relevantes sobre las víctimas. Habitantes pidieron que se atienda el punto del derrumbe, pues temen que otro incidente similar pueda repetirse.
La tragedia de Jonotla vuelve a poner en la mesa los riesgos que persisten en caminos serranos donde la naturaleza, sin aviso alguno, puede cambiar el destino de quienes transitan por ellos.