Una tragedia vial sacudió la madrugada de este martes la autopista México–Puebla, a la altura del municipio de Huejotzingo, donde un hombre perdió la vida en un confuso y violento percance que ya es investigado por las autoridades.
El hecho fue reportado poco después de las siete de la mañana por automovilistas que transitaban por el lugar y observaron una camioneta colisionada contra la estructura de un puente. Al arribar los servicios de emergencia, se confirmó un escenario aún más grave: metros adelante, sobre el asfalto, se encontraba el cuerpo sin vida de un masculino.
En el sitio fue localizada una camioneta Chevrolet tipo HHR, color gris, modelo 2006, la cual presentaba daños por impacto. Paramédicos confirmaron que el hombre ya no contaba con signos vitales, por lo que el área fue asegurada para permitir las diligencias correspondientes.
De manera preliminar, se estableció que el fallecido fue identificado como José Alejandro C. A., de 41 años de edad. Aunque oficialmente no se ha definido la mecánica exacta del percance, trascendió que el hombre habría sido quien conducía la camioneta siniestrada.
Versiones recabadas en el lugar señalan que, tras impactarse contra el puente, el conductor habría descendido del vehículo por razones aún desconocidas. En ese momento, presuntamente fue arrollado por otra unidad que circulaba por la autopista y cuyo conductor se dio a la fuga, sin detenerse a auxiliarlo.
Esta hipótesis aún no ha sido confirmada, ya que serán los peritajes de la Guardia Nacional División Carreteras los que determinen con precisión qué ocurrió durante esos minutos críticos. El vehículo involucrado fue asegurado como parte de la investigación y será analizado para establecer si fallas mecánicas, exceso de velocidad u otro factor influyeron en el choque inicial.
El cuerpo fue trasladado al anfiteatro de la ciudad de Puebla, donde se le practicará la necropsia de ley, la cual permitirá conocer la causa exacta de la muerte y confirmar si las lesiones corresponden a un atropellamiento posterior al impacto.
El percance provocó movilización de corporaciones de auxilio y vigilancia, así como reducción de carriles durante varias horas, generando tránsito lento en la zona.
Este hecho vuelve a encender la alerta sobre los riesgos de circular a altas velocidades y la importancia de detenerse y pedir ayuda tras un accidente, así como la responsabilidad legal y humana de no abandonar a una persona lesionada en carretera. Las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.