Un enfrentamiento a balazos, desencadenado por una riña en un partido de fútbol, dejó como saldo dos hombres muertos y uno más gravemente herido en San Cristóbal Tulcingo (más conocido como El Capulín), inspectoría de la junta auxiliar de San Jerónimo Calera, en la ciudad de Puebla. Este violento episodio ocurrió la tarde-noche del domingo en la esquina de las calles Benito Juárez e Ignacio Zaragoza, a escasos metros de los campos de fútbol de El Capulín, cerca de los límites con Tlaxcala.

Según las primeras versiones, un grupo de hombres, entre ellos José, de 33 años de edad y exmilitar, se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas en la vía pública tras haber participado en un partido de futbol.

La situación, que inicialmente parecía tranquila, se tornó violenta cuando un grupo rival, liderado por un hombre identificado como Gustavo, miembro de la conocida banda de la mafia de Analco, regresó al lugar armado, buscando venganza por una riña previa en el partido de futbol.

Gustavo, acompañado de sus cómplices, abrió fuego contra José y sus acompañantes. José, quien llevaba consigo un arma de fuego, repelió la agresión, logrando abatir a Gustavo. Sin embargo, él también resultó gravemente herido durante el enfrentamiento y fue trasladado de emergencia a un hospital cercano, donde minutos después perdió la vida. Gustavo murió en el lugar de los hechos, y un tercer hombre resultó herido durante el tiroteo.
Este violento incidente provocó una rápida movilización de cuerpos de emergencia y autoridades policiales.

La policía municipal aseguró el área de intervención, ubicada a aproximadamente 500 metros de la carretera federal a Tlaxcala, para la preservación de los indicios.

Las diligencias de levantamiento de cadáveres y las investigaciones iniciales fueron encabezadas por la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos y peritos en criminalística.

Cabe destacar que San Cristóbal Tulcingo, conocido también como El Capulín, ha sido identificado en los últimos años como un foco rojo dentro de la zona metropolitana de Puebla. Desde la época del huachicol, la región ha sido controlada por grupos delictivos que, tras la caída de dicha actividad, se han dedicado a la venta de drogas. Esta zona ha sido escenario de múltiples crímenes, incluyendo ejecuciones, levantones y hallazgos de cadáveres desmembrados y embolsados, acompañados de narcomensajes.

La Fiscalía General del Estado ya inició las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos que, según vecinos y testigos, se originaron tras una disputa en un partido de fútbol.