La Fiscalía General del Estado aún no ha determinado las circunstancias exactas en torno a la muerte de Luis Ángel Hernández, un joven de 22 años y estudiante de la Universidad Politécnica Metropolitana (UPM), cuyo cadáver fue localizado el pasado 26 de octubre en el río Atoyac, cerca de la colonia Carmelitas. Luis Ángel había sido reportado como desaparecido el 17 de octubre, día en que fue visto por última vez en el bar “Una y Ya”, en la avenida Juárez, en compañía de amigos.
Según el fiscal general, Gilberto Higuera Bernal, la necrocirugía practicada al cuerpo de Luis Ángel reveló que la causa de su muerte fue un traumatismo cráneoencefálico. No obstante, las autoridades aún no han establecido si este traumatismo fue provocado por una caída accidental, un ataque o si las lesiones ocurrieron después del deceso.
Alejandro García Badiola, titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de Personas Desaparecidas, informó que existen grabaciones de cámaras de seguridad del bar que muestran que el joven fue retirado por el personal de seguridad después de mostrar conductas inusuales y aparentemente violentas. Testigos indicaron que algunos clientes solicitaron su salida, lo cual fue atendido por los guardias del lugar, quienes lo escoltaron hacia el exterior.
Los registros en video señalan que, después de salir del bar, Luis Ángel caminó al menos dos cuadras, pero su recorrido posterior permanece desconocido, lo que ha dificultado el esclarecimiento de los hechos. Las autoridades están revisando otras cámaras de seguridad en el área para rastrear sus últimos movimientos y descartar la posibilidad de que haya sido víctima de un homicidio o de un accidente fatal.
El caso ha generado incertidumbre y expectativa tanto en la comunidad estudiantil de la UPM como en la población en general, quienes exigen justicia y una investigación exhaustiva. La Fiscalía se encuentra comprometida a esclarecer los detalles de esta muerte para determinar si existen responsables y tomar las acciones legales correspondientes.
