Padre e hijo fueron levantados y ejecutados, sus cadáveres fueron hallados en la comunidad de Tlancualpicán, que es una junta auxiliar del municipio de Chiautla de Tapia. Sus cuerpos fueron hallados con múltiples impactos de bala y esposados en un paraje conocido como “La Cantera”.

El hallazgo ocurrió el sábado alrededor de las 15:00 de la tarde, cuando ciudadanos encontraron los cadáveres y dieron aviso a las autoridades. Al llegar al sitio, los agentes confirmaron que ambos hombres presentaban lesiones de bala en la cabeza, el pecho, la espalda y el abdomen. Junto a ellos se localizaron nueve casquillos percutidos calibre 9 milímetros y un reloj Casio tipo pulsera.

Inicialmente, los cuerpos fueron registrados como desconocidos 2 y 3, pero más tarde fueron identificados por sus familiares como Vidal C. R., de 55 años, y su hijo Vidal Uriel J., de 23, ambos originarios de Axochiapan, Morelos.

Las primeras investigaciones apuntan a que fueron privados de la libertad, sometidos y torturados antes de ser asesinados en ese punto de la junta auxiliar. Las autoridades presumen que el crimen está relacionado con un ajuste de cuentas entre grupos delictivos que operan en la franja territorial de Puebla, Morelos y Guerrero, utilizada para el tráfico de drogas con destino al centro del país.

Personal de la Fiscalía General del Estado, adscrito a la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos, realizó el levantamiento de los cuerpos y abrió la carpeta de investigación FGEP/CDI/FIM/Homicidios-1/001248/2025.
Los cadáveres fueron trasladados al anfiteatro de Chiautla de Tapia, ubicado en el panteón municipal, donde se les practicará la necropsia de ley. Las investigaciones continúan para esclarecer el doble homicidio y dar con los responsables.