Un macabro hallazgo estremeció a los habitantes de Tecamachalco la tarde del miércoles, cuando un pastor encontró dos cuerpos en avanzado estado de putrefacción mientras pastoreaba su ganado en la zona de El Salado. De inmediato, notificó a las autoridades, quienes confirmaron que se trataba de dos hombres con signos de violencia, presentaban impactos de arma de fuego.
Policías municipales y estatales resguardaron el sitio y dieron aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE). Al lugar acudieron peritos en criminalística y agentes de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos, quienes realizaron el levantamiento de los cuerpos.
Los cadáveres estaban semidesnudos, sin ropa de la cintura para abajo, y presentaban el avanzado estado de descomposición conocido como licuefacción. Durante la inspección, se localizaron casquillos de calibre 9 milímetros, lo que refuerza la hipótesis de que ambos fueron ejecutados en el sitio.
Uno de los cuerpos fue identificado por familiares como Alfredo Monterrosas de la Cruz, de 24 años, originario de la junta auxiliar de Cuacnopalan, en el municipio de Palmar de Bravo. Se encontraba desaparecido desde el pasado 1 de febrero. El otro hombre sigue en calidad de desconocido.
Los restos fueron trasladados al anfiteatro de Tecamachalco, donde se realizarán los estudios forenses correspondientes. De manera preliminar, las autoridades no descartan que el doble homicidio esté relacionado con un ajuste de cuentas entre grupos criminales que operan en la región.
Las investigaciones continúan para esclarecer el caso y dar con los responsables de este nuevo crimen que ha conmocionado a la comunidad en Tecamachalco y Palmar de Bravo.