El brutal ataque armado ocurrido la noche del jueves en el Tianguis de Los Lavaderos ya tiene una línea clara de investigación: fue un ajuste de cuentas entre grupos de narco-vendedores, confirmó este viernes la Fiscal General del Estado, Idamis Pastor Betancourt.
En entrevista con medios de comunicación, la fiscal detalló que el multihomicidio se trata de un hecho ligado al narcomenudeo, sin ofrecer mayores detalles por tratarse de una investigación en curso. Lo que podemos señalar hasta el momento es que fue un ajuste de cuentas entre grupos de narco-vendedores. El resto de la información debe manejarse con sigilo por la etapa de la investigación en la que nos encontramos, apuntó la funcionaria.
Como se ha informado previamente, el ataque ocurrió en la diagonal Santuario casi esquina con diagonal Defensores de la República, en la zona de la China Poblana, al norte de la ciudad de Puebla. Sujetos armados, a bordo de una camioneta Chevrolet Captiva gris, abrieron fuego contra un grupo de personas. Uno de ellos descendió del vehículo y utilizó un rifle de asalto AK-47, conocido como “Cuerno de Chivo”, para perpetrar el ataque.
El saldo: dos hombres muertos y cinco personas lesionadas, entre ellas una niña de apenas ocho años, herida en una pierna por un proyectil.
Los occisos fueron identificados como José Manuel, de 47 años, y Alejandro, de 49, quienes, según fuentes no oficiales, pertenecerían a una célula criminal conocida como Los Oaxacos. Este grupo sería el blanco del ataque, aunque la información no ha sido confirmada por autoridades.
La investigación sigue a cargo de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos.
El crimen organizado vuelve a dejar su marca sangrienta en plena vía pública, en un espacio donde conviven comerciantes, familias y niños. La exigencia ciudadana es clara: seguridad real, no discursos.