La búsqueda desesperada de Reyes P.H., un menor de 15 años que desapareció la noche del martes 4 de junio en Santa María Coronango, tuvo un trágico final. El adolescente fue localizado sin vida en un camino de terracería del municipio de Juan C. Bonilla. Su cuerpo presentaba impactos de bala en la espalda y junto a él se hallaron casquillos percutidos. Es el segundo adolescente asesinado en esa región esta semana, el otro fue encontrado dos días antes embolsado en Huejotzingo.
Desde redes sociales se emitieron alertas para dar con su paradero. Se sabía que Reyes había salido de su casa alrededor de las 8 de la noche, vestido con sudadera azul, pants y tenis negros. Como seña particular, tenía una quemadura en la barbilla.
Tras horas de angustia y una búsqueda intensa, fue la propia familia quien confirmó, la madrugada de este viernes, que el cuerpo encontrado el 5 de junio en San Lucas Nextetelco correspondía al menor.
Ese día, alrededor de las 9:00 horas, se reportó a emergencias la presencia de un cadáver en la calle Allende Poniente. Policías municipales y paramédicos llegaron al sitio y encontraron a un joven con heridas de bala en la espalda. A un costado, tres casquillos de escopeta. Inicialmente, el cuerpo fue anotado como el “desconocido número 55” en calidad de no identificado. Vestía exactamente la misma ropa descrita por la familia de Reyes.
La Agencia Estatal de Investigación y personal forense realizaron el levantamiento del cuerpo y lo trasladaron al anfiteatro, donde se esperaba que la necropsia ayudara a esclarecer el móvil del asesinato.
Cabe mencionar que apenas días antes, el 1 de junio fue localizado un cadáver embolsado en terrenos ubicados atrás de Casas Ara, en Huejotzingo, extraoficialmente trascendió que el cuerpo corresponde a Jonathan Javier, también de 15 años, desaparecido desde el 28 de mayo.
Ambos crímenes, que involucran a menores de edad, han encendido las alertas en la región. Hasta el cierre de esta edición no se conocen los móviles de dichos crímenes.
