Un violento asalto se registró la tarde de este lunes en calles de la colonia Los Volcanes, en la ciudad de Puebla. Una mujer fue víctima de un solitario ladrón que, con total descaro, la despojó de casi 100 mil pesos en efectivo tras salir de su lugar de trabajo. Por la forma en cómo ocurrió el robo, se presume que hubo complicidad entre algún trabajador que conocía que se haría el movimiento bancario y el ratero: lo que se conoce en el lenguaje policiaco como “un tiro puesto”.

De acuerdo con la información recabada, el atraco ocurrió alrededor de las 16:00 horas. La víctima relató que minutos antes había salido del despacho contable donde labora, ubicado en la zona del sur de la ciudad, luego de que el encargado del lugar le entregara un sobre color manila con una fuerte cantidad de dinero —aproximadamente 92 mil pesos— para que realizara un depósito bancario.

La mujer se dirigía al Banco Azteca ubicado en la 31 Poniente y 15 Sur, a bordo de su camioneta Volkswagen Tiguan blanca, con placas del Estado de Puebla. Sin embargo, al llegar a la altura del número 3305 de la calle 23 Sur, esquina con la Cerrada de la 33 Poniente, hizo una breve pausa, momento en el cual un sujeto se aproximó directamente a su vehículo.

El delincuente, quien vestía sudadera gris y pants, rompió el cristal de la ventanilla del lado del conductor, la amagó verbalmente y le exigió que entregara el sobre con el dinero. Por temor a resultar lesionada, la víctima accedió y entregó el efectivo. El ladrón escapó caminando tranquilamente sobre la 23 Sur, con dirección hacia la 31 Poniente.

Tras el violento asalto, la mujer notificó lo sucedido a su jefa y posteriormente solicitó auxilio al número de emergencias 911. Agentes municipales acudieron al lugar, recabaron la información y activaron un operativo de búsqueda por la zona, sin lograr ubicar al responsable.

De momento, se espera que las cámaras de seguridad del área puedan aportar datos relevantes que ayuden a identificar al delincuente, quien operó con total frialdad en una zona con alta circulación vehicular y peatonal.

Este caso vuelve a evidenciar la vulnerabilidad de quienes realizan depósitos o movimientos de grandes cantidades de efectivo.

Por la forma en cómo ocurrió el robo se presume que alguien informó del movimiento bancario que realizaría la mujer, es decir, que se trató de “un tiro puesto”, como se conoce en el argot policiaco.