Javier, de 62 años, originario de Xochitlán de Vicente Suárez, perdió la vida la noche del jueves 17 de julio dentro del Centro de Rehabilitación Contra las Adicciones “Los Ángeles”, instalado en la zona sur de Teziutlán. Su deceso activó la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Fiscalía Regional, que ya integran las diligencias para precisar las causas médicas y jurídicas del fallecimiento. La primera indagatoria incluye entrevistas a internos, personal y familiares, así como la revisión de protocolos internos del establecimiento.
Detrás de esta muerte se acumula un expediente informal de señalamientos sobre presuntas irregularidades: parientes de usuarios y ex internos venían denunciando —sin recibir respuesta efectiva— dinámicas que describen como tratos degradantes.
Entre los patrones referidos destacan: obligarlos a bañarse con agua fría a las 5:00 de la mañana, forzarlos a desnudarse frente a otros como mecanismo de “corrección”, insultos reiterados, humillaciones públicas y castigos físicos o psicológicos que habrían generado un clima de miedo. Esas versiones coinciden en que la queja directa ante responsables del lugar derivaba, presuntamente, en evasivas o respuestas groseras.
La investigación ministerial deberá aclarar si la muerte de Javier se relaciona con alguna omisión, maltrato o condición previa de salud, o si obedece a causas naturales independientes de la operación del centro.
Familiares de algunos internos han externado que se deben regular este tipo de establecimientos, para garantizar que los procedimientos utilizados en este tipo de lugares no violan los derechos de las personas que acuden a ellos en busca de ayuda para superar sus adicciones.













