Un hombre identificado como Joaquín, de aproximadamente 55 años de edad, se debate entre la vida y la muerte tras haber sido arrollado la noche del pasado sábado 12 de julio sobre el bulevar Francisco Javier Clavijero. El conductor responsable lo dejó tirado en el asfalto y huyó, sin mostrar el más mínimo interés por salvarle la vida.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 19:07 horas, a la altura de la calle Adolfo López Mateos. Cámaras de vigilancia de la zona captaron la dramática escena, la cual comenzó a circular en redes sociales apenas este lunes, generando indignación entre los usuarios.
En el video se aprecia a Joaquín, quien vestía pantalón color café, chamarra beige, camiseta del Club Puebla y llevaba consigo una sombrilla roja. Con dificultad para caminar —aparentemente por un problema en un pie—, el hombre aguardaba pacientemente el momento seguro para cruzar. Sin embargo, al llegar al carril con dirección al Centro, un automóvil color azul lo embistió violentamente.
El impacto lo proyectó varios metros, dejándolo tendido sobre la carpeta asfáltica. El conductor, lejos de detenerse a auxiliarlo, se dio a la fuga tras frenar por unos segundos, cometiendo así el delito de omisión de auxilio. Testigos presenciales prefirieron no intervenir en ese momento, lo que facilitó la huida del responsable.
Minutos después, algunas personas se acercaron para brindar auxilio al herido. El varón logró identificarse como Joaquín, residente de la colonia La Lagunilla, aunque vecinos señalaron que es originario de Oaxaca y no cuenta con familiares en Puebla.
Actualmente permanece hospitalizado en el Hospital General de Cholula, sedado y con múltiples fracturas, reportado en estado grave. Vecinos y usuarios en redes han iniciado una campaña para localizar al automovilista que lo arrolló, solicitando la colaboración ciudadana y el apoyo de las autoridades.
Trascendió que Joaquín, hombre devoto, había salido de un templo cercano, donde acostumbra rezar todos los días. Hoy, su vida pende de un hilo mientras su agresor sigue libre.
Si alguien reconoce el vehículo involucrado, puede aportar datos de manera anónima a las autoridades.
