La violencia volvió a golpear a Tehuacán y de manera directa al corazón de dos familias. La mañana de este martes fueron encontrados sin vida Ángel Uriel Contreras García, de 19 años (quien se hacía llamar Grecia en la comunidad trans), y su pareja, Ángel Emilio Sánchez Rodríguez, de 21, quienes estaban reportados como desaparecidos desde el pasado primero de noviembre. Lo que inició como una búsqueda urgente terminó convertido en una escena criminal bajo revisión de la Fiscalía General del Estado.
El hallazgo ocurrió en la colonia La Purísima, en el cruce de la 5 Oriente y 15 Sur, a unos metros de una abarrotera conocida en la zona. Vecinos alertaron a la autoridad luego de notar los cuerpos en vía pública. Policías municipales confirmaron el doble deceso y resguardaron el área mientras ministeriales y peritos iniciaban las diligencias.
La carpeta de investigación correspondiente, registrada bajo el número FGEP/CDI/FEIDDFDPCP/TEHUACAN-I/001612/2025, fue reclasificada a homicidio calificado, dejando atrás la línea inicial de desaparición. De acuerdo con fuentes oficiales, la fiscalía explora varias hipótesis, entre ellas el antecedente legal de Ángel Uriel, conocido como “Grecia”, lo que podría ser clave para entender el móvil del crimen. Sin embargo, no se descartan otras líneas.
Hasta el momento no se ha revelado la causa precisa de la muerte. Especialistas realizan estudios y trabajan en determinar si los jóvenes fueron privados de la vida en ese sitio o si fueron llevados hasta ese lugar para dejarlos abandonados, una práctica cada vez más recurrente en la región.
Habitantes del sector mencionaron que horas antes se observó un vehículo sospechoso rondando por la zona, aunque esta información continúa bajo verificación. Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley, mientras agentes continúan con entrevistas y análisis de cámaras cercanas.
El caso ha generado conmoción entre los tehuacaneros, quienes exigen justicia y resultados claros en una ciudad que acumula episodios violentos en los últimos meses. Hoy, las familias de Ángel Uriel y Ángel Emilio buscan respuestas, y la autoridad tiene la obligación de darles justicia.











