El hombre encontrado muerto cuando era arrastrado por las aguas del río Atoyac fue identificado como Armando Torres Jacobo, de 49 años, el cual era de ocupación taxista y estaba desaparecido desde el pasado viernes.
Algunos de sus amigos informaron a este diario que luego de ver publicada la noticia del hallazgo del cadáver, donde se precisaba el tipo de ropas que portaba el cuerpo, la familia acudió a las instalaciones del anfiteatro de la ciudad de Puebla.
En el lugar les fue mostrado el cuerpo encontrado en el río Atoyac y extraído en la represa de Las Carmelitas, y así corroboraron que se trataba del cuerpo de Armando Torres.
Según las fuentes consultadas Armando salió de su domicilio el pasado viernes 27 de julio, se dirigió a Amozoc a recoger ropa para su nuera que había alumbrado en una clínica de la ciudad de Puebla y desde ese momento no volvieron a saber de él.
Horas después localizaron el auto que conducía Armando, un taxi negro con amarillo en inmediaciones de Misiones de San Francisco, le habían robado el estéreo y otras autopartes.
Pero de Torres Jacobo no tuvieron noticias. Desde entonces sus familiares y amigos lo buscaron y compartieron su información y fotografías en redes sociales, además de interponer la denuncia por desaparición de persona ante la Fiscalía General del Estado, pero no hubo información de su paradero.
Fue el miércoles por la tarde cuando algunas personas reportaron que el río arrastraba un cadáver humano a la altura del Parque Metropolitano. Como el río se encontraba crecido no se pudo rescatar el cuerpo hasta la represa de El Carmen.
Al extraer el cadáver las autoridades se percataron que estaban ante un asesinato, pues el cuerpo tenía los pies amarrados con cinta canela. Hasta el cierre de esta edición se desconocían los resultados de la necropsia por lo que se ignora cómo fue privado de la vida.
Aunque una de las líneas de investigación indica que el móvil del homicidio pudo ser el robo del vehículo, las autoridades ministeriales no descartaron alguna otra situación.
