La violencia alcanzó de manera brutal a una familia en el municipio de Naupan, donde un ataque armado terminó con la vida de un bebé de apenas un año y ocho meses. El pequeño recibió un disparo en el cráneo que le provocó exposición de masa encefálica y, a pesar de ser llevado con urgencia al hospital en Huauchinango, falleció a causa de la gravedad de la lesión.
Los hechos ocurrieron la noche del martes en la comunidad de Cuahuihuizotitla. De acuerdo con las primeras versiones, la familia descansaba en su vivienda —una construcción con techo de lámina— cuando de manera repentina comenzaron a escuchar múltiples detonaciones de arma de fuego provenientes de la parte alta de un bordo cercano.
Los proyectiles atravesaron la lámina y se incrustaron dentro de la casa. Uno de ellos impactó en la cabeza del menor, mientras que otro lesionó en la mano derecha a su padre, un hombre de 26 años que se dedica al oficio de carnicero.
Desesperados, familiares trasladaron a las víctimas en un vehículo particular hasta el hospital de Huauchinango. Ahí, médicos confirmaron la muerte del pequeño debido al daño irreversible en el cráneo. El padre recibió atención médica y permanece fuera de peligro.
Además de la tragedia humana, la familia reportó que su camioneta, una Ford Lobo color vino, también fue blanco de los disparos. El sobreviviente señaló que desconoce el motivo de la agresión, asegurando que no tiene problemas personales ni antecedentes de conflictos con nadie en la comunidad.
Tras la denuncia, la autoridad ministerial ya abrió una carpeta de investigación para esclarecer el ataque. El caso ha generado consternación en la región, pues el crimen cobra la vida de un inocente y deja una huella de miedo en la población.
La Fiscalía deberá determinar quiénes y por qué abrieron fuego contra esta familia en la tranquilidad de su hogar. Mientras tanto, la comunidad exige justicia por la muerte del bebé, convertido ahora en víctima de una violencia sin razón que golpea a los más indefensos.
