Este fin de semana, Juan G. V., de 58 años y vecino de Naucalpan, Estado de México, perdió la vida tras caer en la trampa de un grupo delictivo que opera en la región ofreciendo vehículos a bajo costo. Junto con su hijo, Juan acudió a Santana Xalmimilulco, en el municipio de Huejotzingo, donde supuestamente adquirirían una camioneta que habían visto anunciada en redes sociales.
Los hechos ocurrieron cuando Juan y Víctor G., de 26 años (hijo de Juan), contactó a los vendedores y acordó una cita para concretar la compra.

Padre e hijo llevaron consigo el dinero necesario para la transacción y se presentaron en la calle Gabriela Mistral, en el lugar indicado. Al llegar, fueron interceptados por tres sujetos armados que descendieron de un vehículo SEAT rojo y los atacaron para robarles el dinero.

A pesar de los esfuerzos de las víctimas por resistirse, los agresores abrieron fuego y lograron impactar a Juan en el pecho. Tras el ataque, los delincuentes huyeron del lugar, mientras Víctor, desesperado, condujo hasta la caseta de cobro de San Martín Texmelucan, en la autopista México-Puebla, donde pidió auxilio.

Paramédicos llegaron al sitio y confirmaron que Juan G. había fallecido debido a una herida de bala en el costado derecho del pecho. Durante las diligencias, las autoridades encontraron un casquillo calibre 9 milímetros, evidencia que ahora forma parte de la investigación.

Elementos de la Policía Municipal de Texmelucan, Policía Estatal y personal de la Fiscalía General del Estado, a través de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos, tomaron conocimiento de los hechos y realizaron la recolección de indicios en el lugar del ataque. Los peritos en criminalística fueron los encargados del levantamiento del cuerpo, que fue trasladado al anfiteatro de la ciudad de Puebla para los procedimientos correspondientes.

Las autoridades han reiterado a la población la importancia de evitar caer en estas redes de estafa, en las que las víctimas son atraídas con precios de vehículos considerablemente bajos, sólo para ser víctimas de robos e incluso asesinatos, como en este caso.