Julio César M. G., desapareció el 18 de septiembre del 2019, desde entonces su familia vivió en la incertidumbre y el dolor de no saber qué fue de él. Cinco años después, su cuerpo por fin les fue entregado. Su cadáver, que se encontraba en calidad de desconocido desde ese año en Puebla, fue plenamente identificado gracias al programa de Identificación Humana de la Fiscalía General del Estado (FGE) y este miércoles sus restos fueron trasladados a su natal Chilpancingo, Guerrero.
De acuerdo con la información oficial, Julio César, originario de Chilpancingo pero con residencia en la Ciudad de México, fue dejado por sus familiares en la central de autobuses el 15 de septiembre del 2019 para regresar a la capital del país. Sin embargo, al día siguiente indicó a su pareja sentimental que se dirigiría a Puebla, sin especificar los motivos. El 18 de septiembre, su pareja reportó que había perdido todo contacto con él.
Fue hasta el 21 de septiembre de ese mismo año cuando el cadáver de un hombre fue localizado en avanzado estado de descomposición en la ciudad de Puebla, pero entonces no fue posible identificarlo. Desde entonces permanecía en calidad de desconocido en el Centro de Resguardo de la FGE.
Gracias al convenio firmado por la Fiscal General del Estado, Idamis Pastor Betancourt, con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Instituto Nacional Electoral (INE), se puso en marcha una estrategia para recabar huellas dactilares de cuerpos no identificados y cotejarlas con la base del padrón electoral.
En ese proceso se digitalizaron 443 huellas, de las cuales 220 arrojaron coincidencias, una de ellas con la identidad de Julio César. La Fiscalía creó un micrositio en su portal para que las familias consultaran los datos e imágenes de los cuerpos identificados. Fue así como sus familiares lo reconocieron y acudieron al Servicio Médico Forense (SEMEFO).
Este miércoles, tras años de espera, la Fiscalía realizó la exhumación del cuerpo en el panteón La Piedad de la ciudad de Puebla, y entregó los restos de Julio César a sus deudos, quienes los llevaron a Guerrero para sepultarlos y cerrar este doloroso capítulo.
Alejo Carpio Ríos, titular del Instituto de Ciencias Forenses, señaló que muchas familias, al recuperar a sus seres queridos, le expresan que aunque es doloroso, sienten paz, porque al fin saben qué fue de ellos y pueden darles sepultura digna, tener un lugar donde recordarlos.
La Fiscalía del Estado creó un micrositio de consulta pública en fiscalia.puebla.gob.mx y en puebla.gob.mx, donde la ciudadanía puede visualizar imágenes, nombres y datos de las personas fallecidas ya identificadas.
Hasta el momento, 60 familias han acudido al Servicio Médico Forense (SEMEFO) tras identificar a sus seres queridos a través del sitio web, y 6 cuerpos ya fueron entregados previamente.
Este esfuerzo coordinado refleja un importante logro institucional de la Fiscalía General del Estado, al brindar respuesta efectiva a familias que llevaban años buscando a sus seres queridos.
