Una penosa y dolorosa confusión ocurrió el sábado por la tarde en las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO) de la ciudad de Puebla.
Una familia que acudía a retirar el cuerpo de su ser querido descubrió que el cadáver que les entregaban no correspondía al de su familiar. Esta equivocación desató un caos al interior del anfiteatro estatal y profundizó el malestar de los usuarios por el servicio que actualmente presta esa dependencia.
El error fue detectado justo a tiempo.
Cuando los deudos estaban a punto de llevarse el cuerpo, notaron diferencias físicas evidentes. Al exigir una revisión más detallada, el personal les informó que por una aparente confusión, el cadáver había sido entregado previamente a otra funeraria, la cual lo retiró sin verificar debidamente su identidad.
La funeraria involucrada, ya había sacado el cuerpo de las instalaciones y se disponía a trasladarlo cuando fueron llamados de regreso para realizar el intercambio, según fuentes ciudadanas los empleados del SEMEFO trabajan directamente con esa funeraria (misma que semanas atrás protagonizó una pelea en el exterior del anfiteatro).
En el SEMEFO, se tuvo que reingresar el cuerpo erróneo y hacer el ajuste correspondiente para que cada familia recibiera correctamente los restos de su ser querido.
Este incidente, más allá del error administrativo, representa un agravio emocional para las familias, quienes en medio del dolor por la pérdida, deben lidiar con una experiencia que vulnera la dignidad del fallecido y mina la confianza en el sistema forense del estado.
Además, esta situación ocurre en medio de múltiples quejas ciudadanas por los cambios implementados recientemente por el nuevo director del SEMEFO.
Anteriormente, los deudos podían ingresar al estacionamiento para realizar trámites con mayor privacidad y seguridad. Ahora, son obligados a esperar afuera, en plena banqueta, bajo el sol, la lluvia o la incertidumbre, incluso obstruyendo el tráfico de la prolongación de la 11 Sur.
Familiares han denunciado que esta nueva disposición los expone innecesariamente a ser víctimas de asaltos o accidentes, cuando el recinto cuenta con espacio suficiente para recibirlos con dignidad. Piden que esta situación llegue hasta la fiscal general del estado, Idamis Pastor Betancourt, para que ordene que se restablezcan las condiciones humanas y seguras que antes se ofrecían en el SEMEFO.