El robo de vehículos de carga volvió a encender las alarmas en la autopista Puebla–Orizaba, a la altura de Cuesta Blanca, en el municipio de Palmar de Bravo. La madrugada de este lunes, alrededor de las 4:30 horas, un comando de delincuentes perpetró un atraco múltiple en el que despojaron a transportistas de cuatro unidades cargadas con diversa mercancía.
De acuerdo con testimonios de uno de los afectados, en un primer momento creyeron que se trataba del asalto a una sola unidad; sin embargo, minutos después se confirmó que los hampones operaron de manera simultánea contra al menos cuatro tráileres.
Entre las unidades robadas se encuentra un doble remolque de la empresa Cruz Azul, cargado con 40 toneladas de cemento.
También fue robado un vehículo con productos de la marca Barcel, un tráiler de la empresa El Calvario —dedicada a la producción de huevo y pollo—, así como un camión de una compañía de paquetería cuyo nombre no fue revelado.
Los delincuentes interceptaron a los conductores, los despojaron de sus unidades y se dieron a la fuga con toda la mercancía. Posteriormente, los choferes fueron liberados sin lesiones graves, aunque bajo un fuerte estado de shock por la violencia con la que actuaron los asaltantes.
Cabe destacar que durante el robo al tráiler cargado con cemento, las cámaras de seguridad de la propia unidad captaron el rostro de uno de los delincuentes, antes de que descubrieran las cámaras y las arrancaran. La imagen circula ya en redes sociales y autoridades exhortaron a la población a proporcionar información que ayude a identificarlo mediante la línea 089 de Denuncia Anónima.
La zona de Cuesta Blanca ha sido señalada en reiteradas ocasiones como un punto rojo en la autopista, donde bandas delictivas especializadas en robo de transporte de carga operan con total impunidad. En múltiples ocasiones, cámaras empresariales han exigido mayor presencia de la Guardia Nacional y corporaciones estatales para frenar esta ola de atracos.
El robo múltiple de este lunes no solo representa pérdidas millonarias para las empresas, sino que también exhibe una vez más la vulnerabilidad de los transportistas que circulan por esa peligrosa franja de la autopista.
