Tres mujeres acusadas de robar mercancía (farderas) en el tianguis de San Martín Texmelucan fueron desnudadas, golpeadas, rapadas y pintadas en el rostro por un grupo de tianguistas y vecinos que, cansados de los constantes atracos, decidieron tomar la justicia por su propia mano. Después fueron exhibidas por el tianguis para que todos conociera que se trata de presuntas ladronas.
Trascendió que estas mujeres pertenecen a una banda de ladrones de mercancía, y que algunos de sus cómplices habrían logrado escapar con un botín estimado en 100 mil pesos, aunque esto último solo fue una versión que corrió entre los comerciantes y ninguna autoridad lo confirmó.
El violento episodio ocurrió la tarde del lunes en la colonia La Joya, en la zona conocida como la antigua área de ganado, cuando alrededor de 100 personas, entre hombres y mujeres, detuvieron a las presuntas ladronas tras señalarlas de haber sustraído mercancía de los puestos del tianguis.
Según los primeros reportes, las tres mujeres fueron despojadas de su ropa y agredidas públicamente. Además, les cortaron el cabello con tijeras y les pintaron la cara con plumón negro mientras la multitud gritaba consignas contra la delincuencia. Los testigos relataron que la ira de los vecinos se desbordó debido a los continuos robos que sufren comerciantes y clientes cada semana en esa zona.
Ante el riesgo de que las agresiones escalaran, elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar tras ser alertados por el CERI-CAS. Los oficiales encontraron a las tres mujeres rodeadas por la multitud. Luego de dialogar con los pobladores, lograron que éstas fueran entregadas a las autoridades para evitar que siguieran siendo golpeadas.
Las tres mujeres fueron resguardadas y trasladadas a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal. Allí fueron atendidas por paramédicos de SUMA, quienes confirmaron que presentaban golpes en el rostro, cuerpo y cabeza, aunque su estado de salud fue reportado como estable.
Las señaladas dijeron llamarse Esmeralda “N”, de 29 años; Virginia “N”, de 48; y Mariam Jocelyn “N”, de 28 años, todas originarias de Santa María Huexoculco, Chalco, Estado de México. Ninguna requirió traslado hospitalario.
Finalmente, fueron puestas a disposición del Juzgado Cívico porque ninguno de los comerciantes quiso proceder legalmente. El hecho ha generado fuerte indignación y debate entre la población: mientras unos justifican la reacción de los comerciantes, otros advierten sobre los riesgos de que la gente tome la justicia por su cuenta, lo que podría derivar en linchamientos y violaciones a los derechos humanos.