Tres hombres, presuntamente de ocupación campesinos, fueron acribillados a balazos en la comunidad de Tlazolapa, en Eloxochitlán. Los cuerpos quedaron esparcidos junto a dos motocicletas y un vehículo que también presentaban impactos de arma de fuego. La Fiscalía General del Estado abrió la carpeta FGEP/CDI/CGEIHD/TEHUACAN-I/000564/2025 para esclarecer este múltiple homicidio.

Los hechos fueron descubiertos durante la madrugada de este 2 de noviembre, en la citada comunidad. El crimen ocurrió en la carretera Xonotipan–Loma Bonita, en el entronque con la comunidad de Laguna Seca. En el sitio se contabilizaron 72 casquillos percutidos, de acuerdo con el listado oficial: 56 calibre 5.56 milímetros y 16 calibre 9 milímetros, además de cartuchos útiles no detonados. Fue una descarga brutal dirigida sin piedad.

Las víctimas fueron identificadas como Isidro M. S., de 28 años; Geovani F. F., de apenas 17 años; y Dionisio A. A., de 31 años, todos originarios de comunidades rurales del mismo municipio y dedicados al campo. Sus propios familiares los reconocieron en el sitio. La violencia no distinguió edad ni circunstancia.

Isidro recibió 18 lesiones producidas por proyectil de arma de fuego en distintas regiones del cuerpo; Dionisio tenía 5 impactos; y Geovani presentaba 2 heridas. El ataque fue directo y contundente. Nada indica un enfrentamiento. No hay evidencia de que las víctimas hayan tenido posibilidad alguna de defenderse. Solo muerte y silencio en la oscuridad serrana.

Hasta el momento, la Fiscalía no ha informado cuál fue la mecánica de hechos ni el móvil de la agresión. Esa será parte de las líneas de investigación a cargo de la Coordinación General Especializada en Homicidios Dolosos. Lo único cierto es que criminales desconocidos llegaron y descargaron furia y fuego contra sus víctimas, y escaparon. Los vecinos del lugar quedaron aterrados por los múltiples balazos que escucharon.

Las autoridades aseguraron los vehículos hallados en el sitio como parte de las pesquisas. Tres vidas campesinas segadas en un territorio donde el sonido de los grillos quedó rebasado por el estruendo del plomo.

Hasta el cierre de esta edición se desconocía el móvil del crimen, pero por la violencia ejercida contra las víctimas, no se descarta un ajuste de cuentas entre grupos criminales. Sobre todo porque entre las armas utilizadas hubo un rifle de asalto de uso exclusivo de las fuerzas armadas.