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Turba de cerca de 400 pobladores intentó linchar a un supuesto ladrón, en Cacalotepec, junta auxiliar de san Andrés Cholula. Durante la gresca policías municipales de san Andrés fueron golpeados, pues el estado no los apoyó y fueron superados en número por la gente.
Los hechos se registraron el pasado lunes alrededor de las once de la noche, cuando una mujer acusó que tres sujetos intentaron asaltarla y abusar de ella sexualmente.
Algunos pobladores la ayudaron y comenzaron a perseguir a los delincuentes, dos de ellos lograron escapar, pero un tercero fue capturado y ante el cansancio de la inseguridad en la zona, los mismos pobladores comenzaron a golpearlo e intentar lincharlo.

cacalotepec
Tras ser atrapado, los pobladores lo golpearon y desnudaron, sólo le dejaron el calzón. Después llegó la policía, pero se negaron a entregarlo. Lo llevaron desnudo hasta el patio de la presidencia auxiliar, en donde tocaron las campanas y en minutos una turba de aproximadamente 400 personas acudió al lugar.
Señoras y hombres adultos, además de adolescentes no dudaron en acercarse a jalarle los pelos, darle puñetazos o patadas e incluso golpearlo a palos. El hombre dijo llamarse Gerardo, de 21 años de edad y ser padre de dos niños, clamaba piedad pero la turba estaba enfurecida.
Algunos de los vecinos inconformes con este tipo de violencia, trataron de hacer entrar en razón a la multitud, pidiendo que permitieran que el ladrón fuera puesto en poder de la policía y que fueran las autoridades las que le fincaran responsabilidades. Pero la ira de los pobladores no entendió de razones.
Los policías de san Andrés, que eran superados en número, al igual que los vecinos que temían por la vida del ladrón y que el pueblo se convirtiera en homicida, esperaban que llegaran refuerzos de la policía del estado y algún representante de gobernación estatal, pero esto no ocurrió.
Cabe mencionar que la falta de apoyo ocasionó que al momento de rescatar al detenido, el Secretario de Seguridad Pública de san Andrés Cholula, Manuel Alonso García, quien encabezó directamente las negociaciones con el grupo de rijosos y el oficial Guillermo Aguirre, fueran capturados y golpeados por algunos de los inconformes, causándoles lesiones que ameritaron el traslado de ambos a un nosocomio.
Fue el propio Manuel Alonso, quien dialogó con los pobladores, por medio de la firma de un documento se comprometió a reforzar la seguridad y a aumentar los patrullajes. Pese a lo anterior la gente seguía empecinada en no permitir que el delincuente fuera retirado del lugar.
Los pobladores le exigieron a Gerardo que nombrara a sus dos compinches que escaparon. Sin mayor dilación dijo que se trataba de Joaquín y Ernesto. En ese momento la turba puso una nueva exigencia a los policías, que fueran por los otros dos delincuentes.
Al ver que la vida del detenido corría peligro, la policía aprovechó un momento en que los rijosos comenzaron a disgregarse y abriéndose paso con gas lacrimógeno, lograron llegar hasta una patrulla donde subieron en la batea a Gerardo y se lo llevaron.
Desgraciadamente en estas acciones Manuel Alonso y Guillermo Aguirre, no lograron salir. Parte de la turba los retuvo y golpeó de forma tal que los mandaron directo al hospital.
Una de las vecinas con las que este diario conversó comentó: “No se vale que quieran hacer justicia por propia mano. Pobre ratero estaba muy golpeado, creí que lo podían matar”.
No se ha informado si la Fiscalía General del Estado (FGE) investigará estos hechos y si gobernación estatal intervendrá en este caso para ofrecer alguna solución a la demanda de seguridad de los pobladores de Cacalotepec.