El profesor Fernando Guadalupe Martínez Bravo, conocido como “El Diablo”, fue hallado sin vida la tarde del sábado 5 de julio, en un paraje solitario de la región mixteca poblana, tras haber desaparecido un día antes. Fue hallado en su camioneta, presentaba y tres impactos de bala. El hallazgo ocurrió en un camino de terracería, rumbo al basurero de Tehuixtla, en el municipio de Chinantla.
El hallazgo ocurrió a un costado de la carretera Internacional Oaxaca, tramo Izúcar de Matamoros–Acatlán de Osorio, en una brecha cercana al basurero de la comunidad de Tehuixtla. Campesinos que regresaban de sus labores descubrieron el cuerpo tirado, con visibles heridas de arma de fuego. De inmediato dieron aviso a las autoridades.
Policías municipales y estatales, peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) se movilizaron para realizar las diligencias correspondientes. Inicialmente, el cuerpo fue registrado como desconocido, pero más tarde vecinos lo identificaron y alertaron a la familia.
Fernando, de 42 años, residía en la ciudad de Puebla, donde trabajaba como supervisor de la Secretaría de Educación Pública (SEP). La noche del viernes 4 de julio, alrededor de las 11:00 p.m., se comunicó por última vez con su esposa, informándole que salía de la capital hacia Acatlán de Osorio a bordo de su camioneta Kia Seltos 2025 color gris, con placas UBY909B.
Luego de ese último contacto, desapareció sin dejar rastro, lo que movilizó a su familia y amigos, quienes iniciaron una intensa campaña en redes sociales para localizarlo.
Además de su labor como docente, Fernando era un personaje con gran presencia en Instagram, donde compartía aspectos de su vida personal y acumulaba más de medio millón de seguidores.
Hasta el momento, las circunstancias exactas de su asesinato permanecen bajo investigación, aunque se presume que fue emboscado y asesinado durante su trayecto. Se desconoce el móvil del crimen, pero las autoridades ya abrieron una carpeta de investigación.
Este lamentable caso ha conmocionado a la región mixteca y a toda Puebla, pues se suma a la creciente violencia que azota los caminos de aquella zona del estado. Las autoridades no descartaron ninguna línea de investigación.













