Un ataque directo y fulminante terminó con la vida de un joven de 25 años durante la madrugada de este domingo en la colonia Bosques de Santa Anita, al oriente de la capital poblana. La ejecución ocurrió frente a una pequeña tienda, donde el hombre se encontraba de pie, aparentemente ingiriendo bebidas embriagantes, cuando dos sujetos llegaron a bordo de una motocicleta y abrieron fuego sin darle oportunidad de nada.
Los hechos se registraron alrededor de las 03:28 horas, en la esquina de la calle Acueducto Manzanilla y Camino a la Resurrección, un punto conocido por su constante actividad nocturna y el paso de motociclistas, y donde recientemente se han registrado ataques criminales muy sangrientos.
Según los primeros datos, una motocicleta se detuvo frente al local marcado con la leyenda “Tecate”. El copiloto descendió, caminó directo hacia la víctima y descargó su arma varias veces antes de huir junto con su acompañante hacia rumbo desconocido.
El estruendo de los disparos despertó a los vecinos, quienes salieron alarmados solo para encontrar al joven tirado en la banqueta, gravemente herido. Cuando arribaron paramédicos, confirmaron que ya no presentaba signos vitales. Su cuerpo presentaba múltiples lesiones producidas por proyectiles de arma de fuego en diferentes zonas: rostro, tórax, abdomen, cabeza, espalda y región lumbar. Incluso a simple vista se apreciaba la ausencia del globo ocular izquierdo, muestra de la violencia con la que fue atacado.
La víctima fue identificada como Rodrigo Salvador R. G., de 25 años, cuyo padre acudió al lugar para reconocer el cuerpo en medio de una escena cargada de dolor y desconcierto. La Fiscalía clasificó el caso como homicidio y desplegó a su personal especializado para realizar las diligencias. Durante la búsqueda de indicios se localizaron nueve casquillos metálicos calibre 9 milímetros, evidencia clave que confirma la contundencia del ataque.
Los investigadores aplicaron un método de búsqueda sistemático, documentaron la posición del cuerpo y fijaron fotográficamente todos los elementos localizados en el entorno inmediato. Tras concluir los trabajos, el cadáver fue trasladado al anfiteatro de la ciudad de Puebla para la realización de la necropsia correspondiente que permitirá conocer con precisión el trayecto de cada uno de los impactos.
El área fue acordonada durante varias horas mientras personal del Instituto de Ciencias Periciales (IINCIFO) levantaba indicios y los agentes ministeriales de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos recababa testimonios. Aunque vecinos escucharon la motocicleta alejarse a toda velocidad, ninguno pudo describir con claridad a los agresores debido a la oscuridad y la rapidez de la acción.
La ejecución de Rodrigo se suma a la cadena de asesinatos registrados en la zona oriente de la ciudad, en especial en la junta auxiliar La Resurrección, donde grupos delictivos han encontrado terreno fértil para ajustes, venganzas y ataques relámpago a bordo de motocicletas. Este modus operandi, cada vez más recurrente, evidencia la facilidad con la que los agresores se mueven por calles angostas y colonias con poca vigilancia.
Ahora será labor de la autoridad ministerial reconstruir los minutos previos al ataque e identificar a los responsables que, como en muchos de estos casos, apostaron por la sorpresa, la fuga inmediata y la impunidad que ofrece la madrugada.