Un ajuste de cuentas a la vieja escuela, directo y sin titubeos, quedó al descubierto en la autopista estatal D119 Tlaxco–Tejocotal, a la altura de Metepec Segunda Sección, en Zacatlán. Ahí, durante la madrugada del martes, las autoridades realizaron el levantamiento del cadáver de un hombre aún sin identificar, registrado como DESCONOCIDO24/2025/HOMI-ZACA, quien fue encontrado dentro de una camioneta Ford Super Duty con múltiples lesiones producidas por proyectil de arma de fuego. El caso quedó asentado en la carpeta FGEP/CDI/CGEIHD/TLATLAUQUI-I/000620/2025.
El hallazgo se dio poco después de la medianoche. Las corporaciones fueron alertadas sobre un vehículo detenido a media autopista, y al llegar confirmaron que dentro de la unidad yacía un hombre sin vida, tendido de lado y rodeado por un charco de sangre. A simple vista se apreciaban impactos de grueso calibre, un escenario que dejaba ver la violencia del ataque.
La víctima vestía ropa casual en tonos oscuros y llevaba puesta una gorra roja con la leyenda Ferrari. Lo que más llamó la atención fueron sus tatuajes: en una mano tenía las palabras “DIABLO”, “666”, y la frase ‘Voy cuidando mi vida, mi alma ya la tiene Lucifer’, además de un dibujo monocromático de un demonio fumando. En la otra, el nombre “Lizeth”, una cruz, y la leyenda “Papá te buscaré 01-08-96”. Estos detalles serán clave para intentar identificarlo.
Durante el procesamiento de la escena, personal especializado aplicó métodos de búsqueda y fijación fotográfica, localizando doce indicios balísticos: once casquillos y una ojiva calibre 7.62 mm, munición típica de armas largas utilizadas por células criminales. También se recolectaron telas para rodizonato y la ficha decadactilar del fallecido.
Mientras se llevaba a cabo el levantamiento, un segundo hallazgo reforzó la hipótesis de un ataque directo: a unos metros de distancia se encontraba un vehículo KIA rojo con gris, abandonado y equipado con estrobos y luces propias de unidades de seguridad pública. De acuerdo con las primeras indagatorias, dicho vehículo estaría relacionado con los hechos que derivaron en la muerte del desconocido. Ambos automotores fueron asegurados y enviados a resguardo ministerial.
La diligencia concluyó cerca de las seis de la mañana. Tras asegurar la zona, los agentes iniciaron un barrido en busca de cámaras o testigos que permitan reconstruir el momento del ataque, que todo apunta, fue ejecutado de forma precisa y en plena vía rápida.
Las investigaciones continúan para esclarecer quién era el hombre ejecutado y qué grupo criminal lo tenía en la mira. Mientras tanto, Zacatlán suma un homicidio más, ejecutado con saña y utilizando armamento de alto poder, en una autopista cada vez más marcada por la violencia.