Familiares y amigos de las seis víctimas del trágico accidente ocurrido el sábado por la noche en Santa María Coronango claman justicia. Un autobús de transporte de personal, conducido por Carlos, un joven de 19 años en completo estado de ebriedad, aplastó un vehículo de Dodge Stratus, matando a toda una familia.
El impacto fue devastador. El autobús quedó encima del vehículo particular, aplastándolo como si de una lata se tratara. Los tripulantes quedaron prensados y murieron en el acto. Los pobladores capturaron al responsable y lo entregaron a la policía, donde actualmente está detenido.
Las víctimas fueron identificadas como: Ernestina, de 44 años; Ángel Zahid O. F., de un año y medio; Ariana O. A., de 25 años; Santiago O. F., de 4 años; Gabriela F. M., de 24 años; y Jacobo O. P., de 46 años.
Este lunes, a las tres de la madrugada, los cuerpos fueron entregados a sus familiares tras practicarles las necropsias. Luisa Morales, madre de Gabriela y abuela de los dos niños, y José Ángel Osorio Amaztal, quien perdió a toda su familia, están devastados.
Los cuerpos están siendo velados en su domicilio en el barrio de Cuapilco, en Coronango. La escena de los seis ataúdes, especialmente los dos pequeños de los niños, es desgarradora. Vecinos y amigos se han reunido para acompañar a la familia en su dolor, siguiendo la tradición católica de rezar y compartir pan y café.
Los familiares y la comunidad exigen justicia y un castigo ejemplar para el responsable de esta tragedia. Temen que, debido a las leyes para delitos culposos, Carlos pueda quedar en libertad. Trabajadores que fueron trasladados por Carlos en el pasado mencionan que era habitual que condujera a exceso de velocidad.
La familia también exige apoyo económico de las autoridades. El gobierno del estado prometió ayuda, pero hasta la tarde de hoy, ningún apoyo ha llegado. El presidente municipal de Coronango, Gerardo Sánchez Aguilar, también se comprometió a brindar ayuda, pero hasta ahora, no ha cumplido.
El caso está en manos de la Fiscalía General del Estado, en el área de investigación de delitos culposos. La comunidad de Coronango espera justicia y apoyo para las familias afectadas por esta terrible pérdida.