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Odilón Larios Nava / @odylarios

El policía ministerial que perdió la vida en cumplimiento del deber fue trasladado al estado de Hidalgo en donde sus familiares le darán cristiana sepultura. Fuentes consultadas indicaron que sus familiares solo pidieron que les fuera entregado el cuerpo y no quisieron ningún tipo de ceremonia o reconocimiento.
Cabe destacar que la noche del pasado jueves, antes de las 24:00 horas, Roberto Ortega Padilla, de 62 años, fue abatido por un grupo de delincuentes cuando junto con dos de sus compañeros pretendían revisar un vehículo al cual tenían relacionado con diversos hechos delictivos.
Los maleantes que iban a bordo de un vehículo Chevy color rojo, abrieron fuego y mataron a Roberto Ortega, quien estaba por pensionarse por edad, después de haber pasado 28 años al servicio de la ahora extinta Procuraduría General de Justicia (PGJ) transformada en la actual Fiscalía General del Estado (FGE).
Su compañero Ismael Cortés Castro, de 38 años, fue impactado por ocho balas las cuales lo dejaron gravemente herido. Este agente lucha por su vida en el hospital del ISSSTEP, donde se encuentra en coma inducido y este lunes será intervenido quirúrgicamente.
Trascendió que Ortega Padilla era originario del municipio de Chignahuapan y que tenía familia en el estado de Hidalgo, por ello su cuerpo fue llevado a aquella entidad en donde se presume será sepultado este lunes.
Algunos agentes ministeriales entrevistados en el anonimato manifestaron su descontento con sus mandos, pues aseguraron que Roberto Ortega había solicitado su cambio para la ciudad de Puebla manifestando que solo le faltaban siete meses para pensionarse, pero le negaron esta petición. Cabe destacar que durante los últimos años de su carretera policial Ortega Padilla había estado adscrito a la comisaría de San Andrés Cholula.