
Falleció el hombre que presuntamente fue torturado y privado de la libertad por elementos de la Policía Municipal de Teziutlán. El varón, de ocupación albañil, acusó a mitad de la semana pasada, mediante denuncia ante autoridades ministeriales, que fue brutalmente golpeado por los uniformados, quienes presuntamente pretendían inculparlo como narcovendedor.
El hombre murió el pasado sábado en las instalaciones del Hospital General de Teziutlán. Algunas personas que solicitaron anonimato, pidieron: “Hagan público este caso, que se sepa, porque aquí – Teziutlán – las autoridades municipales están metiendo las manotas para parar el escándalo, andan pidiendo favores; quieren que se asiente que murió por cirrosis hepática. Se quieren aprovechar porque la familia es de escasos recursos”. Solicitaron que los medios de comunicación dieran a conocer el caso y que se haga una profunda investigación.
Como este rotativo lo informó oportunamente en ediciones anteriores, a mitad de la semana pasada, el hoy occiso, de nombre Eulalio Pineda Cruz, rindió declaración ante las autoridades en el Hospital General de Teziutlán. El hombre ingresó a dicho nosocomio el pasado martes, llevaba múltiples lesiones en el cuerpo en el área abdominal, espalda y piernas, principalmente.
Como es obligación de los galenos en estos casos de violencia, dieron aviso a las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) para que acudieran a iniciar la investigación. Lo anterior es así porque estos casos se investigan de oficio.
En el hospital, Eulalio rindió su declaración ante las autoridades ministeriales. Dijo que el día sábado 2 de septiembre fue levantado por policías municipales de Teziutlán, quienes lo habrían llevado a sus instalaciones y donde lo tuvieron privado de su libertad hasta el día martes 5 de septiembre.
Durante el tiempo que lo tuvieron retenido, mencionó, que los policías municipales de Teziutlán, lo habrían torturado, golpeándolo con puñetazos, palos e incluso, algunos golpes conocidos en el argot policial como “mazapanazos”.
Eulalio, hoy occiso, aseguró en sus declaraciones, que los policías pretendían hacer que se incriminara como narcovendedor, pero él sólo aceptó ser consumidor ocasional de marihuana, pero dijo no dedicarse a la venta de drogas.
Como no pudieron arrancarle ninguna confesión sobre venta de drogas, lo liberaron el día martes. Pero estaba tan golpeado que al salir no pudo mantenerse en pie mucho tiempo, por lo que se desplomó y tuvieron que acudir a ayudarlo algunos paramédicos. Éstos fueron los que lo llevaron al citado hospital, donde lo atendieron los galenos y les comentó parte de lo ocurrido.
Según se observa en fotografías, Eulalio presentaba marcas de golpes en el abdomen, en la espalda y en las piernas. Además requirió de una sonda para evacuar los residuos líquidos de su cuerpo.
Estuvo internado en el hospital General de Teziutlán hasta este sábado por la mañana, cuando el hombre pereció, y donde se llevó a cabo el levantamiento del cadáver. Su cuerpo fue llevado al anfiteatro de aquella demarcación para que el personal Médico Forense del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJ) realizara la necropsia de ley.
Las fuentes consultadas se mostraron preocupadas, pues afirmaron tener conocimiento que autoridades municipales – no precisaron nombres ni cargos – estaban tratando de hacer parecer el hecho como una muerte natural por alcoholismo – cirrosis hepática –. Sin embargo la Fiscalía General del Estado, deberá dar seguimiento a las acusaciones que Eulalio Pineda Cruz, hizo en su declaración a mitad de la semana y en su caso dar con los responsables para fincarles responsabilidades penales.