El saldo mortal de la brutal carambola ocurrida el pasado miércoles en la Vía Atlixcáyotl aumentó a dos víctimas. La tarde de este viernes murió en el Hospital General de Cholula Sandra Paola L. V., de 18 años de edad, propietaria del Volkswagen Golf negro con placas de Durango señalado como el vehículo que originó el siniestro. Desde el día del accidente permanecía con muerte cerebral, y este viernes su estado se agravó sin posibilidad de recuperación.
Fuentes ciudadanas confirmaron su fallecimiento y también aclararon un punto clave en la investigación: Sandra Paola no era quien conducía el Golf al momento de la carambola. Aunque era la dueña de la unidad —la cual habría adquirido recientemente— tenía poca experiencia al volante y, según refieren sus conocidos, apenas estaba aprendiendo a manejar. Por ello, acostumbraba pedir a amigos o conocidos que la apoyaran conduciendo.
El día del percance, todo apunta a que una de sus amigas (otras versiones mencionan que fue un amigo varón), que era estudiante del Instituto de Estudios Universitarios (IEU), era quien manejaba el Golf. Esa conductora habría perdido el control, provocando la colisión inicial que desató la reacción en cadena. Tras el impacto, la joven —según versiones extraoficiales— escapó del lugar dejando prensada a Sandra Paola dentro del vehículo. La víctima quedó atrapada entre la estructura del auto y los restos del choque, con lesiones que la dejaron inconsciente desde el primer momento.
Mientras tanto, en el sitio murió de manera inmediata Maika, de 25 años de edad, quien fue proyectada y arrollada durante el caos generado por la colisión múltiple, justo a la entrada del estacionamiento de la plaza comercial Vía San Ángel. Con el fallecimiento de Sandra Paola, este hecho suma ya dos víctimas fatales, además de diez lesionados y pérdidas materiales considerables.


El choque, ocurrido alrededor de las once de la mañana del miércoles, se desencadenó cuando el Golf circulaba hacia Atlixco y embistió por detrás a otro vehículo. El impacto lo lanzó hacia su derecha, chocando contra un tercer auto y provocando que más unidades terminaran involucradas. En total participaron seis vehículos: un Volkswagen Golf negro; una camioneta Guan Motors pick-up guinda; un Volkswagen Virtus blanco; un Porsche gris; un Kia Rio negro; y un Volkswagen Polo café.
La escena quedó marcada por vidrios esparcidos, partes metálicas retorcidas y manchas hemáticas que daban cuenta de la violencia del impacto. Diez personas resultaron lesionadas, incluidos dos menores —entre ellos un bebé de tan solo quince días de nacido— que fueron valorados por paramédicos y trasladados a hospitales de la zona metropolitana.
El área permaneció acordonada por varias horas mientras se realizaba el levantamiento del cadáver de Maika y se aseguraban indicios para deslindar responsabilidades. Ahora, con la muerte de Sandra Paola, la investigación toma un giro relevante, pues se deberá esclarecer quién conducía realmente el Golf y por qué huyó del lugar, dejando a la propietaria atrapada y sin asistencia.
La tragedia ocurrida en la Vía Atlixcáyotl vuelve a evidenciar que en un corredor saturado y de alto flujo vehicular, un instante de imprudencia puede desencadenar consecuencias devastadoras. Dos mujeres jóvenes han perdido la vida y una decena de familias enfrenta las secuelas de un percance que pudo evitarse. Las autoridades continúan recabando testimonios y cámaras para establecer con precisión la responsabilidad de quienes participaron en este fatal hecho.