La imprudencia al volante volvió a cobrar una vida en uno de los corredores más transitados y exclusivos de la zona metropolitana. Una carambola brutal ocurrida este miércoles alrededor de las once de la mañana en la Vía Atlixcáyotl dejó como saldo la muerte de una joven de 25 años, identificada por sus familiares como Mari Carmen S. Á., conocida cariñosamente como Maika, además de diez personas lesionadas —entre ellas dos menores de edad— y daños en al menos cinco vehículos involucrados.
El percance ocurrió frente al acceso principal del centro comercial Vía San Ángel, donde la mezcla de velocidad, distracción y tráfico denso terminó en un desastre que paralizó la vialidad y movilizó a cuerpos de emergencia de varios municipios.
Maika, quien según indicaron fuentes extraoficiales era trabajadora del banco Santander de Vía San Ángel, quedó sin vida a un costado del módulo donde los automovilistas toman el boleto del estacionamiento. Su cuerpo fue proyectado y arrollado tras el choque inicial, que desató una reacción en cadena imposible de frenar para los demás conductores.
De acuerdo con los reportes, el primer vehículo circulaba en el carril principal con dirección a Atlixco. Su conductor, al no atender el frente de circulación, embistió por detrás a otro automóvil. El impacto fue tan fuerte que lo lanzó hacia su derecha, haciéndolo girar y chocar contra un tercer vehículo. En cuestión de segundos, los autos comenzaron a incrustarse uno con otro, generando la carambola que derivó en la tragedia.
Entre los vehículos involucrados se encontraban: un Volkswagen Golf, color negro, con placas del estado de Durango; una camioneta marca Guan Moptors, pick up, color guinda; un Volkswagen Virtus, de color blanco, con placas de Puebla; Porsche gris, con placas de Puebla; un Kia Rio, negro; y un Volkswagen Polo color café. La escena se extendió a lo largo de varios metros, dejando cristales rotos, piezas metálicas y manchas hemáticas visibles en el pavimento.
Paramédicos de distintas corporaciones atendieron a los lesionados: dos de ellos en condición crítica, varios policontundidos y los más graves trasladados a hospitales de Cholula, la capital y centros médicos privados. Incluso dos pequeños —uno de ellos un bebé de apenas quince días de nacido— resultaron con contusiones, aunque afortunadamente no presentaban riesgo vital.
El área fue acordonada durante varias horas para realizar el levantamiento del cadáver y efectuar las diligencias periciales correspondientes. Las autoridades avanzan en el deslinde de responsabilidades, pues el exceso de velocidad y la falta de precaución apuntan como factores determinantes para el accidente.
Lo que debió ser una mañana rutinaria se convirtió en un cuadro de caos, dolor y pérdidas irreparables. La muerte de Maika vuelve a evidenciar que, en una vía donde miles circulan a diario y cuyos accesos se encuentran saturados, un solo descuido basta para desencadenar una tragedia de gran magnitud.