Santa María Coronango vive momentos de tensión e inseguridad tras el asesinato del policía municipal Juan Carlos Cuautle Tenahua, de 36 años, quien perdió la vida la madrugada de este jueves durante un enfrentamiento armado. Con este hecho, suman dos policías caídos en cumplimiento del deber en menos de dos semanas en este municipio.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 4:30 de la mañana en la calle 16 de Septiembre esquina con 16 de Septiembre Sur, en la colonia Analco. Juan Carlos estaba asignado a la custodia de un domicilio asegurado tras un intento de feminicidio. Según los primeros reportes, un sujeto, presuntamente propietario del inmueble, llegó al sitio y sostuvo una confrontación con el oficial, lo que derivó en un intercambio de disparos.
Juan Carlos recibió un impacto de bala en el pecho que le arrebató la vida. El agresor, identificado únicamente como «desconocido número 4/2025», de entre 35 y 40 años, también murió tras recibir un disparo en la cabeza. Vecinos alertaron a las autoridades tras escuchar las detonaciones.
Elementos de la Policía Municipal resguardaron la zona, mientras que policías estatales, efectivos del Ejército Mexicano y de la Marina arribaron al sitio para apoyar en la seguridad. La Fiscalía General del Estado, a través de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos, realizó el levantamiento de los cuerpos e inició la carpeta de investigación correspondiente.
La FGE informó mediante un comunicado que se agotarán todas las líneas de investigación para esclarecer los hechos y garantizar el estado de derecho.
Este lamentable suceso ocurre a menos de dos semanas de la trágica muerte de Diana Laura Martínez Rosas, también policía municipal de Coronango, quien el pasado viernes 27 de diciembre fue arrollada por un tráiler robado mientras intentaba detener a los delincuentes que lo conducían.
Con la muerte de Juan Carlos Cuautle, suman ya dos elementos de la Policía Municipal de Coronango que han perdido la vida en el cumplimiento de su deber en menos de 15 días, situación que refleja el creciente riesgo al que se enfrentan los cuerpos de seguridad en esta región.