La noche del 13 de octubre, cerca de 60 elementos de la Policía Municipal de Cuetzalan iniciaron un paro de labores, señalando el incumplimiento en el pago de compensaciones que les había prometido el presidente municipal saliente, Gerson Calixto Dattoli. Los agentes afirman que, tras haber recibido la oferta de un finiquito equivalente a tres quincenas, solo les fueron depositados 5 mil pesos, un monto que consideran insuficiente y que provocó la movilización.
Los uniformados también denunciaron que en este periodo de la gestión de Calixto Dattoli no recibieron el pago de aguinaldo ni se les otorgaron vacaciones.
Ahora, a unas horas del cierre de su administración, las promesas hechas por el edil no se han cumplido, lo que derivó en la paralización de las actividades policiales y dejó a Cuetzalan sin seguridad pública en este momento crítico de transición gubernamental.
El alcalde, que este 14 de octubre entrega el cargo a la nueva administración, había asegurado que los policías recibirían una liquidación justa. Sin embargo, los agentes se sienten engañados al ver la cantidad que les fue depositada.
“No podemos seguir trabajando sin que se nos pague lo que merecemos, sobre todo después de haber estado al servicio de la comunidad sin descansos ni aguinaldos”, indicaron los elementos.
La falta de seguridad en Cuetzalan, derivada del paro, pone en riesgo a la población, mientras el descontento de los policías resalta el mal manejo de los recursos en la recta final del gobierno de Gerson Calixto. Este tipo de situaciones, donde los empleados públicos no reciben sus compensaciones adecuadas al final de cada administración, se ha vuelto un problema recurrente en varios municipios de la región.
Por su parte, los policías han advertido que no retomarán labores hasta recibir la totalidad de sus pagos. La incertidumbre sobre quién resolverá el conflicto pesa sobre el nuevo gobierno que está por asumir, que deberá enfrentar el problema y restaurar la seguridad en el municipio.