totimehuacan

Vecinos de san Francisco Totimehuacán en el barrio de Chetla, estuvieron a punto de mancharse las manos con sangre de un inocente, todo por la histeria colectiva que impera el lugar exacerbada por la falta de seguridad por parte de las autoridades estatales y municipales.
La tarde noche del día miércoles se registró un robo en un negocio de aquella demarcación. El afectado pudo pedir ayuda y el robo no se consumó pero los delincuentes lograron escapar.
La gente se reunió y comenzó a organizarse para tratar de dar con los delincuentes. Cabe señalar que están organizados como vecinos y por ello formaron brigadas.
En el barrio de Chetla localizaron a un hombre a bordo de una camioneta tipo vagoneta, color blanco, quien les pareció sospechoso. Algunos golpearon al hombre de aproximadamente 30 años de edad, y le causaron daños a la camioneta.
Las sospechas de la gente aumentaron cuando abrieron la vagoneta y localizaron electrodomésticos. De inmediato creyeron que eran objetos producto de la delincuencia y la molestia – infundada – aumentó.
El hombre que fue víctima de robo llegó hasta el lugar y al ver al hombre en la camioneta aseguró que éste no era el ladrón. Pero la turba enardecida no quedó satisfecha y buscó nuevas escusas para no liberar al hombre que tenían retenido.
Poco después llegó el padre del hombre retenido quien demostró que son propietarios de una casa de empeños y que los electrodomésticos pertenecen a ese negocio, así mismo demostró la legal propiedad de la camioneta.
Por su parte el hombre retenido mencionó que se encontraba en el lugar porque acude a un anexo AA ubicado en ese barrio desde hace medio año. Aun así la gente seguía en su necedad. Tuvieron que llegar dos reconocidos vecinos a informarle a la turba que efectivamente el hombre acude a un anexo AA y que ellos lo conocen y aseguran que es alguien de bien.
En ese momento, ya con la policía estatal y municipal dialogando con la turba, la gente permitió que el hombre se marchara con su camioneta. Pero sólo avanzaron unas calles cuando nuevamente una nueva turba les cerró el caso y la historia se volvió a repetir hasta que volvieron a llegar los vecinos e identificar al varón retenido.
Momentos después la gente quemó una patrulla de la policía municipal adscrita a esa junta auxiliar. La quema de la unidad oficial se hizo en la carretera a Valsequillo a la altura del puente de la curva.