Dos primos, jóvenes y vecinos de la ex Hacienda Capulac en Amozoc, perdieron la vida en un accidente tan violento como devastador la noche del sábado sobre la carretera federal Puebla–Tehuacán, a la altura de San Mateo Mendizábal. El percance ocurrió alrededor de las 22:00 horas, en el cruce de avenida Libertad y 4 Oriente, tramo donde la vía es más conocida por su conexión directa hacia Tehuacán.
Las víctimas fueron identificadas como Ulises V. P., de 18 años, y José Hernán M. G., de aproximadamente 24. Ambos viajaban en una motocicleta Yamaha deportiva, de color negro y placas del Estado de México, la cual quedó literalmente partida en dos por la fuerza del impacto. El casco de uno de ellos llamó la atención por su diseño peculiar: rojo, con ojos y cuernos de “diablo”, una imagen que contrastó con la tragedia en el asfalto.
De acuerdo con versiones ciudadanas recabadas en el lugar, una camioneta Ford Lobo gris circulaba con dirección a Puebla y se disponía a realizar un retorno con luz verde a su favor. Presuntamente, los motociclistas viajaban a exceso de velocidad y habrían ignorado la luz roja, estrellándose de lleno contra el costado del vehículo. El golpe fue tan brutal que los cuerpos salieron proyectados varios metros.
Aunque los primeros testimonios señalan posible responsabilidad de los motociclistas, el conductor de la camioneta fue detenido y presentado ante el Ministerio Público para que se lleven a cabo las investigaciones correspondientes y se determinen o deslinden responsabilidades conforme marque la ley.
Al sitio acudieron familiares de los hoy occisos, quienes realizaron la identificación formal. Personal de la Policía de Caminos se encargó del levantamiento de los cadáveres, del aseguramiento de los vehículos involucrados y de los peritajes, los cuales fueron turnados a la Unidad Especializada en Seguridad Vial de la Fiscalía General del Estado.
Los cuerpos fueron entregados a sus deudos durante la noche del domingo, cerrando un fin de semana que para dos familias de Amozoc quedó marcado por una pérdida tan repentina como dolorosa.
















