Un nuevo golpe al transporte ferroviario quedó al descubierto este lunes en la estación de Rafael Lara Grajales. Durante una parada total del tren Intermodal México–Veracruz (IMXVC), en la placa kilométrica 184, personal de seguridad detectó que dos contenedores llegaban vandalizados y con evidente sustracción de mercancía.
La revisión ocurrió alrededor de las 10:50 horas, cuando la locomotora 4722 hizo alto en su ruta. En el primer contenedor, color naranja, se notó la ausencia de una cantidad no especificada de rastrillos de la marca Gillette. El sello original había sido retirado y en su lugar colocaron uno distinto. El segundo contenedor, también aéreo y del mismo color, , registró la falta de una caja de jabón y el sello igualmente había sido cambiado.
De acuerdo con el personal ferroviario, ambos contenedores ingresaron al estado ya manipulados y provenían de Tlaxcala, por lo que el hurto habría ocurrido en otro tramo de la ruta. En la zona se encontraban inspectores de Ferrosur y personal de custodia, quienes documentaron la alteración de los contenedores y reportaron el hecho a las corporaciones policiales de la región.
A pesar de la sustracción, no hubo reporte ciudadano al 9-1-1. Todo indica que el robo se realizó sin que nadie lo advirtiera durante el trayecto.
Concluida la inspección, el tren reanudó su marcha a las 12:11 horas. Las autoridades locales y estatales fueron notificadas para mantener vigilancia en su jurisdicción y observar si se presentan incidentes similares en próximos convoyes.
Este tipo de robos, aparentemente menores por el monto de lo sustraído, representan pérdidas constantes para las empresas y un indicador de que el vandalismo al tren continúa activo en la región limítrofe entre Puebla y Tlaxcala. Los casos, aunque no siempre terminan en aseguramientos o detenciones, muestran la operación de células dedicadas al hurto hormiga que conocen perfectamente los puntos vulnerables del sistema ferroviario.
















