Después de más de una década sin movilizaciones dentro de la Policía Municipal de Puebla, este fin de semana agentes de la corporación realizaron un paro de labores y se manifestaron en distintos puntos de la ciudad para exigir justicia por los dos elementos asesinados el sábado en la colonia del Valle.
La protesta comenzó la noche del sábado frente al Palacio Municipal, donde los uniformados se congregaron con patrullas y sirenas encendidas. La movilización, horas después, se movió a la sede del Complejo de Seguridad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en la colonia Villa Posadas.
Entre sus principales demandas se encontraban la destitución de los mandos responsables, de lo que los policías consideraron una fallida estrategia operativa que habría puesto en riesgo a los agentes abatidos, entre ellos Gustavo Alonso Zapata, alias “Sauce”, y Alberto Vázquez Osorio, conocido como “Hades”. También exigieron la salida del secretario de Seguridad Ciudadana, Fernando Rosales Solís.
El alcalde Pepe Chedraui acudió al Complejo de Seguridad cerca de la medianoche del sábado y dialogó con los manifestantes. En la reunión, se comprometió a analizar sus peticiones y fijó una mesa de trabajo para el domingo al mediodía. Poco antes, el mando “Sauce” presentó su renuncia con carácter irrevocable, pero los policías exigieron verla por escrito.
El encuentro del domingo se realizó puntualmente y los uniformados presentaron un pliego petitorio con siete exigencias. Entre ellas, justicia para los compañeros caídos, apoyo para sus familias, mejoras salariales con incrementos cada seis meses hasta 2027, reinstalación de policías suspendidos injustificadamente y el compromiso de que no habrá represalias contra los manifestantes.
“Vamos a seguir trabajando por el bien de Puebla” para que a Puebla y a los ciudadanos nos vaya bien, declaró el alcalde tras la reunión. Otro punto que destacó el alcalde es una “reingeniería”, para corregir los errores de muchos años en la Policía Municipal, se va a reestructurar.
Por su parte, los policías insistieron en la destitución del secretario Fernando Rosales, un tema que será revisado el próximo jueves en una nueva mesa de diálogo. Además, se acordó revisar el estado del equipamiento policial, como chalecos antibalas y radios de comunicación.
Después de estos acuerdos los policías volvieron a sus labores de patrullaje y vigilancia de las calles.
