Cuatro policías municipales de Saltillo, Coahuila, fueron llevados a la Procuraduría de Justicia del estado en calidad de presentados, por su presunta responsabilidad en la muerte de un maestro víctima de una golpiza que presuntamente sufrió cuando se resistía al arresto.
Según fuentes ministeriales citadas por el diario Zócalo la víctima es Rafael Pérez Hernández, quien al parecer impartía clases en el turno matutino de la Escuela Primaria Anexa a la Normal. También trascendió que era hijo del líder del grupo Takinkai, Rafael Pérez Martínez.
El deceso el maestro fue reportado en las instalaciones de la Cruz Roja, a donde fue llevado por los policías. Presentaba golpes y manchas de sangre en todo el cuerpo, y en las muñecas tenía marcadas las esposas.
La madrugada de este viernes, el director de la Policía Municipal, Roberto Castro, informó que anoche, alrededor de las 21:30 horas, recibieron cuatro reportes sobre una persona que alteraba el orden público en la colonia Zaragoza.
Según la versión del jefe policiaco, al acudir los elementos a su cargo les informaron que el hombre se había internado en los campos de futbol de la Sección 38, donde lo localizaron semidesnudo, en ropa interior.
Aseguró que Pérez Hernández estaba “muy agresivo”, y que los golpes que presentaba se los produjo él mismo cuando estaba esposado en la caja de la patrulla.
Esa versión cocha con la aportada por testigos que presenciaron la detención e indicaron a través de las redes sociales que al momento en que el docente mostró resistencia al arresto, los policías lo sometieron y patearon hasta subirlo a la patrulla. Al verlo gravemente herido lo llevaron a la Cruz Roja donde fue declarado muerto.
Personal de la Procuraduría acudió a dar fe del deceso y en las instalaciones de la Policía Municipal revisaron la patrulla 14146, cuya caja estaba ensangrentada. Los policías, tres hombres y una mujer, fueron presentados ante la PGJE para rendir su declaración.
Fuentes: Proceso
