Después de más de dos años de incertidumbre, Fabiola y su familia finalmente han encontrado justicia. La joven, que en 2022 fue brutalmente atacada por un hombre llamado Alfredo en un intento de violación e intento de feminicidio, puede ahora respirar con algo de tranquilidad, pues su agresor ha sido sentenciado a 23 años y cuatro meses de prisión. La sentencia fue por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa.
El incidente ocurrió el 24 de febrero de 2022, en la colonia La Popular Coatepec. Alfredo intentó abusar de Fabiola, quien entonces tenía solo 19 años. La joven fue agredida por su agresor, pero la rápida intervención de los vecinos evitó que el ataque escalara aún más. Los residentes de la colonia, al escuchar los gritos de Fabiola, acudieron en su ayuda, sometieron a Alfredo y lo entregaron a las autoridades.
Desde entonces, la familia de Fabiola había estado viviendo en una constante angustia. En una entrevista publicada por este medio en febrero de este año, Rosa Mercedes Hernández, madre de Fabiola, expresó su temor de que Alfredo pudiera quedar en libertad debido a la falta de una sentencia, a pesar de que ya habían pasado dos años desde su detención. La familia pidió a las autoridades de la Fiscalía y al Tribunal Superior de Justicia que aceleraran el proceso y fijaran una fecha para el juicio oral, con la esperanza de obtener una sentencia ejemplar.
Finalmente, este viernes, la Fiscalía General del Estado de Puebla anunció que Alfredo fue condenado a 23 años y cuatro meses de prisión por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa. Además, se le ordenó pagar 76 mil 976 pesos como reparación del daño material. Esta sentencia no solo brinda un respiro a Fabiola y a su familia, sino también a los vecinos de la colonia La Popular, quienes temían por su seguridad si Alfredo quedaba en libertad.
Con esta sentencia, los temores de la comunidad y de la propia Fabiola pueden comenzar a disiparse, sabiendo que su agresor permanecerá tras las rejas. La condena de Alfredo marca un importante paso hacia la justicia y la seguridad para las mujeres en la región, y es una prueba de que, aunque a veces el proceso puede ser largo, la justicia finalmente puede prevalecer.