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Cuando vio que la grúa retiraba su coche en una calle de la ciudad argentina de Salta, a este hombre no se le ocurrió nada mejor que fingir un ataque de nervios.

“Ay mi corazón”, se escuchó decir al sujeto sin que los agentes le creyeran.

Posteriormente se supo que el hombre no había pagado el estacionamiento y se encontraba en estado de ebriedad.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/08-03-2017/3167774