Este fin de semana cayó el primero del grupo de “los chiapanecos”, José Antonio S. R., quien en el tiempo que Raziel López Salazar estuvo a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), fungió como comandante y jefe de Seguridad y Custodia en el Centro de Reinserción Social de San Pedro Cholula, el segundo cargo en importancia, solo por debajo del puesto de director del penal.

José Antonio fue detenido junto con su primo Oscar Bernabé. La detención ocurrió el sábado por la noche, cuando el exjefe de Seguridad y Custodia pretendía ingresar una fuerte cantidad de droga (cristal y marihuana) al CERESO de Cholula.

Por el momento solo son ellos dos los detenidos, pero fuentes cercanas a este diario piden que las autoridades investiguen esa red de corrupción, pues aseguran que, aunque José Antonio fue cesado de su cargo el pasado 12 de abril, seguía ingresando al penal “como juan por su casa”, aparentemente con la complicidad de la funcionaria que se quedó a cargo de dicho centro penitenciario.

Fuentes consultadas por este diario indicaron que, al ser detenido, José Antonio portaba un maletín en el que los agentes hallaron 32 mil pesos y cinco bolsas que contenían diversas cantidades de una sustancia que en apariencia corresponde a la droga conocida como cristal; además, también fueron encontradas cinco bolsas con hierba verde con aparente marihuana, y tres teléfonos celulares.

LAS FECHORÍAS DEL EXJEFE DE SEGURIDAD Y CUSTODIA

En este espacio informativo se ha dado a conocer que, según señalamientos de los internos y fuentes policiales, apenas llegó al cargo, José Antonio S. R., comenzó con actos de corrupción a gran escala, al punto de convertir ese penal en lo que las fuentes calificaron como “un verdadero cochinero”.

De acuerdo con los informantes, José Antonio, aparentemente con la complicidad de la entonces directora, comenzó a controlar todas las actividades ilícitas dentro del penal, las cuales generaban grandes ganancias económicas.

Las fuentes indicaron que el entonces jefe de Seguridad y Custodia presuntamente controlaba: el ingreso y venta de drogas en el penal; ingreso de licor y objetos prohibidos; las extorsiones a internos y sus familiares (en dinero o en especie); venta de celdas exclusivas con servicios y privilegios como si de una habitación de hotel se tratara; cobros por visitas íntimas en horarios no permitidos; renta de equipos celulares; renta de pantallas de televisión; permitía el ingreso de sexoservidoras en el penal; permitía la prostitución de internas del penal, entre otros negocios clandestinos e ilegales.

De acuerdo con las fuentes consultadas todas estas irregularidades eran realizadas sin el más mínimo recato, por lo que presumen que eran realizadas con la venia de la entonces directora y del personal de Seguridad y Custodia (todos esos mandos también pertenecientes al mismo grupo conocidos como “los chiapanecos”).

Luego de que los chiapanecos fueron cesados de los cargos que ostentaban, José Antonio seguía ingresando al penal de Cholula, presumiblemente por alguna complicidad de los mandos que quedaron a cargo del penal. Por ello las fuentes consultadas exigen que se realice una amplia investigación para desmantelar toda esta red de corrupción, que presuntamente violentó los derechos de muchos de los internos y vulneró la seguridad del centro penitenciario.