crimen
En 2001, Thomas Maupin tenía 51 años de edad mientras transitaba por una calle desierta de Memphis.
El sitio, ubicado en Thomas Street, le pareció perfecto para cometer su crimen sin ser descubierto. En la calle vacía se encontraba su víctima ideal: una mujer de 31 años, que se vio sometida por Maupin a través de un objeto de metal.
Llevándola a un sitio escondido, la amenazó con golpear su mandíbula con el objeto y la obligó a practicarle sexo oral.
Cuando la agresión finalizó, el hombre se fue a toda prisa del sitio. Su víctima se apresuró a acusarlo con las autoridades. El departamento de Policía de Memphis, quienes se trasladaron al lugar del crimen para buscar evidencias.

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Probablemente Maupin pensó que todo había salido bien para él y que nadie lograría identificarlo. Sin embargo, olvidó un pequeño detalle: en el sitio se encontraba su dentadura postiza, misma que fue hallada por los oficiales y analizada.
Lamentablemente, al no tener ningún otro elemento con que compararla, la dentadura fue archivada. Tendría que pasar más de una década para que el objeto ayudara a localizar al agresor.
Sin embargo, las evidencias volvieron a ser revisadas recientemente y los oficiales se encontraron con algo insólito: el nombre de Maupin estaba grabado al interior de la dentadura.
El sujeto tenía toda una carrera delictiva: la dentadura se la habían hecho mientras purgaba una condena por el asesinato de una niña de 6 años, que ocurrió durante una fiesta infantil. De esa sentencia había salido antes de tiempo por un error en el proceso. Esta vez no corrió con tanta suerte, y estará 8 años tras las rejas.

Fuente: https://www.debate.com.mx/mundo/Este-pequeno-descuido-hizo-que-se-revelara-su-crimen-20170801-0028.html

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