Da una vuelta de 180 grados el caso del supuesto enfrentamiento ocurrido la mañana del 16 de septiembre en el exterior del bar El Oasis en el municipio de Atempan, donde murió un civil y un agente ministerial (este último murió horas después). En horas recientes fue detenido el agente ministerial que sobrevivió de nombre Ramón, pues de acuerdo con fuentes policiales, las cosas no ocurrieron como las narró en sus declaraciones.

La mañana del 16 de septiembre se reportó una balacera en el exterior del bar El Oasis, donde un hombre llamado Álvaro, apodado El Pitufo, de 38 años de edad, murió a causa de diversos impactos de bala. El jefe de grupo de la policía ministerial de Atempan, de nombre Antonio R., resultó lesionado con un balazo en el estómago y murió la madrugada del 17 de septiembre en el ISSSTEP de la ciudad de Puebla.

Sobre lo ocurrido, el otro policía ministerial de nombre Ramón, quien sobrevivió a esos hechos, declaró ante sus propios compañeros que habían acudido al bar para detener al Pitufo, pues supuestamente se trata de un narcovendedor de la región. Y que, al tratar de detenerlo, este hombre los agredió a balazos y ellos respondieron la agresión abatiéndolo, pero que en la refriega habría logrado lesionar a Antonio, a quien llevó en el móvil oficial a la Policlínica de Teziutlán, y después fue trasladado al ISSSTEP.

Esa fue la versión que dio el ministerial sobreviviente sobre lo ocurrido. Sin embargo, fuentes policiales y ciudadanas señalaban que las cosas no cuadraban de esa manera, que había inconsistencias en la versión dada a conocer por Ramón.

La primera inconsistencia reside en que en el pueblo de Atempan todos los que conocían a Álvaro, alias El Pitufo, coinciden en que era un hombre honrado y trabajador, no un delincuente. Precisaron que se dedicaba a la albañilería y que le gustaba tomarse unos tragos en ese bar. El Pitufo era pobre, señalaron vecinos, llevaba una vida de trabajador y no de delincuente, por lo que la versión difundida por fuentes policiales fue mal recibida en el pueblo. “El Pitufo no tenía ni celular, menos va a tener para una pistola”, señaló un ciudadano.

Otra inconsistencia es que no existe orden de aprehensión en contra del Pitufo, que sería necesaria para justificar la versión dada a conocer por el agente sobreviviente, pues los agentes ministeriales son investigadores, no preventivos. Otras fuentes indicaron que no se encontró algún arma en poder del presunto agresor, es decir, que El Pitufo estaba desarmado.

“Si no existía ninguna orden de aprehensión en contra del supuesto narcovendedor, la pregunta es: ¿Qué hacían los agentes ministeriales la madrugada del 16 de septiembre en un bar, en el vehículo oficial y con sus armas de cargo?” Señalaron fuentes policiales, quienes además, conjeturaron que, debieron haber estado como clientes del bar, probablemente ingiriendo bebidas embriagantes.

Aun se desconoce qué fue lo que ocurrió el pasado jueves en Atempan, pero la mañana de este martes fuentes policiales dieron a conocer que el segundo agente ministerial, de nombre Ramón, quedó detenido por sus propios compañeros y a disposición del Ministerio Público, deberá aclarar con exactitud qué es lo que realmente ocurrió.