Tres hombres fueron hallados sin vida, al amanecer de este lunes, en campos de cultivo de la comunidad de San Lucas Nextetelco, perteneciente al municipio de Santa María Coronango. El macabro hallazgo fue reportado alrededor de las 7 de la mañana por vecinos de la zona, quienes alertaron a las autoridades sobre un vehículo abandonado con un cadáver en su interior y dos cuerpos más tirados junto a él.
En un primer momento, se intentó hacer pasar el hecho como un percance vial, sin embargo, la escena hablaba por sí sola: el lugar es una zona de tierras húmedas, lodosa por las recientes lluvias, donde sería prácticamente imposible que ocurriera un choque de gran velocidad. El Nissan Versa color gris rata, con placas del estado de Tlaxcala —y que cuenta con reporte de robo—, fue evidentemente llevado hasta ese punto.
A bordo del vehículo fue encontrado un hombre sin signos vitales. A dos metros hacia el frente del automóvil, uno a la izquierda y otro a la derecha, yacían los otros dos cadáveres. Estos presentaban claras huellas de violencia: estaban amarrados de pies y manos, amordazados y con los ojos vendados. Una ejecución consumada con violencia y frialdad.
Paramédicos de la unidad Alfa 01 confirmaron que los tres masculinos ya no contaban con signos vitales. Ante el hallazgo, la Policía Municipal de Coronango, Policía Estatal, personal del Ejército Mexicano y Guardia Nacional acordonaron la zona y solicitaron el apoyo de la Fiscalía General del Estado, a través de la Coordinación Especializada en Homicidios Dolosos, cuyos peritos realizaron el levantamiento de los cuerpos y recolectaron indicios en el sitio.
Aunque las víctimas se encuentran, oficialmente, en calidad de desconocidas, de manera extraoficial se supo que son originarios y vecinos del estado de Tlaxcala. Las primeras líneas de investigación apuntan a un posible ajuste de cuentas entre grupos delictivos. Si se confirma que el crimen fue cometido en territorio tlaxcalteca, las Fiscalías de Puebla y Tlaxcala colaborarán para esclarecer este triple homicidio.
El caso ha sacudido a la región, donde ya se había denunciado la creciente presencia de células delictivas que operan en la zona limítrofe entre ambas entidades.