Bajo un altar dedicado a la Santa Muerte, flanqueado por dos imágenes de Cristo, quedó sin vida Gustavo Rodolfo, alias “El Piraña”, de 35 años de edad, de ocupación albañil. Fue acribillado en un picadero y fumadero ubicado cerca de la plaza central de San Miguel Canoa, escenario de un violento ataque la noche del sábado, alrededor de las 19:40 horas.
Este lugar ya había sido el epicentro de una masacre el 23 de octubre de 2023, donde un comando armado asesinó a siete hombres. En esta ocasión, dos hombres vestidos de negro irrumpieron con armas cortas, abriendo fuego contra los presentes. Gustavo recibió tres balazos en la cabeza, falleciendo de manera inmediata.
En el ataque, Germán, de 32 años, resultó herido en el brazo derecho y otro hombre, con una lesión en la barbilla, abandonó el lugar por cuenta propia. Ambos se negaron a recibir atención médica.
El cuerpo de “El Piraña” fue identificado por su esposa, quien relató que él era albañil, padre de un bebé de ocho meses y que había salido de casa tras prometió regresar pronto. Su cadáver fue hallado entre los pocos muebles del lugar: cinco sillones desgastados usados por los consumidores que acudían a comprar y consumir droga.
EL MISMO PICADERO
La comunidad está alarmada ante este nuevo ataque en el mismo sitio. En 2023, un comando armado con rifles AR-15 y “cuernos de chivo” asesinó a seis hombres en el lugar, dejando además dos heridos, uno de los cuales murió en el hospital. Las autoridades investigan la conexión entre ambos hechos.
LAS INVESTIGACIONES ESTÁN A CARGO DE LA FGE
El levantamiento del cuerpo y la recolección de evidencias estuvo a cargo de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos, que inició la carpeta de investigación FGEP/CDI/CGEHOM-1/000779/2024. En la escena se embalaron ocho casquillos de calibres .22 y 9 milímetros.
El operativo para localizar a los responsables movilizó a la policía municipal, estatal, Guardia Nacional y Ejército, pero no se obtuvieron resultados. Los agresores huyeron hacia la plaza principal.
La violencia que sacude San Miguel Canoa, con este segundo ataque en menos de un año, deja a las autoridades y vecinos en incertidumbre, exigiendo respuestas y seguridad.