EL PALOMAR

Odilón Larios Nava / @odylarios

Con una larga, pero muy larga cola delictiva, resultó el asaltante de transporte público que fue detenido el pasado martes por el Grupo de Atención y Reacción de Estrategias Policiales (GAREP) de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM). Fue aprehendido después de que asaltara una unidad de la ruta 65. La detención se hizo en la vecindad conocida como El Palomar, en el barrio de Santa Anita, el lugar tiene fama de dar protección y resguardo a delincuentes.
El hombre detenido cuenta con antecedentes penales, en al menos nueve procesos en su contra que van desde el año 2000, 2003, 2009, 2012, 2013 y 2017, por los delitos de robo, robo a transporte público, robo de autopartes, hasta intoxicarse en la vía pública.
Esta detención ocurrió el pasado martes por la tarde. El detenido fue identificado como Jairo G. M., de 37 años de edad. Este malandrín se valía de un niño de 11 años para perpetrar sus golpes; era al menor al que entregaba los objetos robados para que en caso de que a él lo detuvieran pudiera eludir la acción de la justica pues el pequeño es inimputable.
Fue el día martes alrededor de las dos de la tarde con treinta minutos cuando los elementos del GAREP y el Ejército se disponían a establecer un retén disuasivo de la delincuencia en la 7 Norte y 28 Poniente, justo minutos después de haberse colocado recibieron una alerta que indicaba de un robo en transporte público en proceso en la 11 Norte y 28 Poniente, a bordo de una ruta 65.
Literalmente estaban a unos metros del lugar y en cuestión de segundos llegaron hasta el sitio donde ocurrió el asalto. Ahí se entrevistaron con los pasajeros y los agraviados. Estos les dijeron que el delincuente se subió con un niño de 11 años de edad, y que dijo que se trabaja de un asalto que le dieran las pertenencias, pero al verlo con el pequeño nadie le hizo caso, hasta que llegó al fondo de la unidad y arrebató un bolso a una mujer y después pretendía escapar.
Uno de los pasajeros llevaba una navaja y con ella intentó detener a este hombre, el delincuente resultó con una cortada en la mano y así fue dejando un rastro de sangre hasta El Palomar, conocida vecindad en esa zona de la ciudad en donde diversas fuentes policiales indican que protegen a los delincuentes.
Con esta información y ante el señalamiento directo de los afectados, los uniformados llegaron a la vecindad e ingresaron siguiendo el rastro de sangre, así dieron con el delincuente, el cual fue plenamente identificado por las víctimas.
El delincuente fue remitido ante las autoridades ministeriales, pero al checar su nombre en Plataforma México resultó ser todo un “pájaro de cuenta”, pues cuenta con múltiples procesos en su contra en el pasado.