Un devastador incendio se desató este lunes alrededor de las 5:20 p.m. en un almacén de combustible situado en la calle 12 Oriente, a la altura de la carretera federal Puebla-Atlixco, en San Bernabéte, Moxtitla, municipio de Santa Clara Ocoyucan. El voraz incendio no dejó víctimas fatales ni lesionados, según los reportes policiales consultados al cierre de esta edición periodística.
El siniestro ocurrió en una propiedad de 20 metros de fachada por 120 metros de profundidad, atrás del motel Sol y Luna. Las llamas, que alcanzaron los 50 metros de altura, generaron una columna de humo visible desde diversos puntos de la ciudad de Puebla y localidades como Amozoc y Tenancingo, Tlaxcala.
El lugar almacenaba grandes cantidades de combustible, aunque no se especificó el tipo. Según los reportes preliminares, cuatro de los ocho tanques de 20 mil litros que se encontraban en el lugar se vieron afectados por las llamas.
Además, se halló una pipa con capacidad para 70 mil litros y una caja tipo contenedor de 35 mil 500 litros, que también estaban en riesgo. Los bomberos lograron enfriar estos recipientes para evitar una explosión mayor.
Cabe recordar que el pasado 2 de julio, un incidente similar se registró frente al Conalep en Chipilo, que según vecinos de Temoxtitla, es propiedad del mismo dueño, donde una pipa de diésel explotó, obligando a evacuar a más de 500 estudiantes y personal docente de dicha institución.
Este reciente incendio causó alarma entre los residentes, quienes exigieron una revisión exhaustiva de los establecimientos que almacenan combustibles en la zona. Vecinos denunciaron que hay varias bodegas con prácticas similares, aumentando el riesgo de accidentes graves.
Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni lesionados, pero la respuesta de los cuerpos de emergencia fue masiva. Bomberos del Estado y de diversas localidades, incluyendo Puebla, Atlixco, San Andrés Cholula, y San Pedro Cholula, trabajaron coordinadamente hasta las 10 de la noche para controlar el fuego y realizar labores de enfriamiento.
Las operaciones fueron particularmente peligrosas debido a las altas temperaturas, que alcanzaron hasta los 700 grados centígrados y el riesgo de que los contenedores y pipas con más combustible fueran alcanzados y el siniestro escalara a otro nivel de emergencia.
Los habitantes de la comunidad exigen a las autoridades una inspección rigurosa de todos los negocios que almacenan combustibles en la región y en Chipilo, para garantizar que se operen con todas las medidas de seguridad necesarias. Además, demandan que estos establecimientos funcionen de manera legal para evitar tragedias en el futuro.